Eficacia de las campañas

1.-Antes de convencer a un ciudadano de votar por un candidato, se le debe convencer de votar. 2.-La convicción de votar debe surgir de el convencimiento de que la democracia es la "menos peor" de las formas de gobierno y de que la democracia solamente es posible si los ciudadanos participan en Política; esta motivación para votar es la ideal porque requiere de la gran conciencia que saca de la masa al individuo y lo hace responsable de sí y de su entorno. 3.-Otras motivaciones surgen de las condiciones coyunturales en las que se desarrollen las elecciones, por ejemplo: En las elecciones presidenciales de 1988 las consecutivas crisis económicas, la aplicación de el modelo neoliberal y las lacras de corporativismo y corrupción que distinguen al priismo llevaron al hartazgo a la población que al vislumbrar una opción clara en Cuauhtémoc Cárdenas, llevo a los ciudadanos a acudir masivamente a las urnas. 4.-Cuando la población no percibe una coyuntura durante las elecciones se aleja de las urnas, esto ha ocurrido en México paulatinamente en cada elección, de tal manera que los poderes que surgen del voto popular se han constituído con apenas la participación del 50% de los ciudadanos. 5.-Las opciones políticas en el presente proceso electoral, aunque sean cuatro los candidatos, en realidad son solamente dos: La opción del continuismo de las políticas neoliberales representadas por los candidatos del PAN, el PRI y el PANAL y la de un modelo económico encauzado al bienestar de la población. 6.- Según los sondeos y encuestas de las empresas especializadas hay una gran ventaja del candidato priista que, a pesar de que una y otra vez se han evidenciado sus pocas habilidades para solventar situaciones imprevistas, su ventaja no se reduce. 7.-Ha sido el poder persuasivo de la televisión el que ha colocado al priista en esa ventaja, pero al parecer la intención de voto que reportan las encuestadoras es todo lo que ha logrado tal poder pues tal ventaja no crece ahora con el candidato en campaña. 8.- Es decir hay un sector de la población al que la televisión no puede ni podrá persuadir; en ese sector se encuentran por supuesto los ciudadanos convencidos de votar por un candidato distinto, también se encuentran los indecisos y los que están convencidos de abstenerse. 9.-También el tipo de campaña de los candidatos distintos al candidato de la televisión han llegado a su límite de convencimiento. 10.- La tarea ahora es convencer al sector de abstencionistas y al de indecisos. 11.- El tipo de campaña del candidato opuesto al neoliberalismo no se va a modificar (spots en radio y televisión y basura electoral colgada en las calles), por lo que se hace necesaria la labor del sector convencido de votar para convencer a todo aquel que tenga a su lado.