Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan

.

jueves, 2 de febrero de 2012

México tiene 6 en democracia

Según el grupo económico británico The Economist, la democracia mexicana recibe una calificación en escala del 1 al 10 de 6. Es decir que, a pesar de la demencial cantidad de dinero que se gasta vía el financiamiento del Estado a los partidos y via el presupuesto al IFE , además de el dinero que de manera ilegal (lease el caso de los 25 millones de pesos en efectivo que se le interceptaron al gobierno de Veracruz para la campaña de Peña Nieto), nuestra democracia pasa de panzazo, apenas cumple con el mínimo requisito de existir para declarar que en México hay democracia.

Es curioso notar como las élites políticas (y hasta antes de la más reciente reforma electoral, también las élites económicas, de allí el bombardeo mediático que las televisoras han hecho de la nueva legislación electoral: extrañan el flujo de dinero del presupuesto en su beneficio) se benefician económicamente en proporción inversa a la calidad de nuestra democracia, es decir; mientras menos calidad tenga la democracia en México más se benefician económicamente las élites políticas.

Esto explica las pocas ganas o más bien la nula intención que las élites políticas tienen de mejorar la calidad de nuestra democracia, si tal como está a ellas les va como les va y se pueden repartir el dinero de todos nosotros como se lo reparten.

Pero la democracia es el gobierno del pueblo, instituido por este para beneficio del mismo; así que en todo este asunto ¿en dónde está el pueblo?
Bueno, el pueblo se sienta a recibir con actitud autista el bombardeo propagandístico de las campañas electorales y el día de las votaciones acude a sufragar el 42% de las personas con derecho a votar. En todo este asunto el pueblo tiene el papel de víctima propiciatoria, de cómplice de sus verdugos que lo despojan de una cantidad descomunal de dinero que bien podría utilizarse en otros rubros de mayor provecho para el pueblo.

Por ejemplo: los partidos se gastan el dinero en saturar los espacios mediáticos y físicos (las calles están atascadas de basura electoral) es porque solamente así se pueden meter a la mente de un pueblo que no se interesa en la política, que no lee editoriales, que no atiende las propuestas, que no sigue los debates y que a final de cuentas ni siquiera vota.

Un pueblo interesado en la política no permite que un candidato vacío esté ubicado en el primer lugar en las encuestas solamente porque un canal televisión ha iniciado durante seis años su principal noticiero con una nota sobre él.

Los debates podrían ser una oportunidad inmejorable para que los votantes conocieran de la preparación, capacidad intelectual y estructura emocional de los candidatos, pero como a los votantes no les interesan, entonces los candidatos prefieren no debatir y gastarse nuestro dinero en propaganda y compra de votos: ganar un debate no da votos, comprarlos sí y de esto no solamente tiene la culpa la necesidad de la gente porque bien podría tomar las despensas y el dinero que le ofrecen (a fin de cuentas es dinero del pueblo) y luego votar por quien quisieran, pero para ello haría falta que la gente tuviera dignidad.

No hay comentarios.:

Temas afines que se han publicado en este blog:

Related Posts with Thumbnails