Privatizar la Educación Pública, crimen de lesa Patria.

A partir de la década de los 80 una forma de pensamiento económico arribó al poder en la mayoría de los paises del mundo. Esta forma de pensamiento económico sostiene entre otras cosas que:
1,. El Estado debe mantenrse fuera de toda actividad económica.
2,.El Estado debe ser reducido a su mínima expresión.
3.-Que los gobiernos son corruptos por naturaleza.
4.-que cualquier función que cumpla el gobierno la pueden cumplir mejor las empresas privadas pues el incentivo del mercado es la competencia y ésta hace que el empresario se conduzca con mayor eficiencia y honestidad que el gobierno.
5.-Por lo tanto, que el gobierno debe entregar todas sus funciones a empresas privadas.

En México, hasta antes de la década de los 80 se aplicó la forma opuesta a este pensamiento económico de tal manera que todo la estructura legal de la economía se basaba en lo que se llamó "la rectoría económica del Estado"; durante décadas se reservaron al Estado zonas estratégicas de la economía: la industria energética, la petroquímica, la siderurgia, la industria de los fertilizantes, la producción de semillas, etc. además, la forma de rescatar las empresas en quiebra para proteger el empleo era la de tomar el control de esas empresas en quiebra y hacerlas funcionar como empresas paraestatales; de tal manera que llegó el momento en que el gobierno no solamente actuaba directa y justificadamente en sectores estratégicos, sino que además producía extravagancias como corbatas, refrescos, tapetes, etc.

El arribo al poder de una élite contraria a la rectoría económica del Estado, provocó la situación que se conoce como la Iglesia en manos de Lutero (aunque muchos opinan que esta expresión es inexacta pues tal vez la Iglesia católica sería algo mejor de lo que ahora es si estuviera en manos de Lutero), es decir que estas élites empezaron a desmantelar toda la estructura paraestatal fuera funcional o no, fuera estratégica o no y estuviera justificada o no su existencia.
Para lograrlo tenían que ganar la batalla ideológica en la población y para ello han ejecutado el siguiente plan:
1.-Acelarar el deterioro de las entidades paraestatales para inducir una intolerable ineficiencia en los servicios brindados a los usuarios. Este fue le único punto del plan y para realizarlo se tomaron todas las medidas posibles:
-despido de personal.
-reducción de presupuesto.
-extracción masiva de las ganacias por la vía fiscal (caso PEMEX y Compañía de luz y Fuerza del Centro).
-inducción mediante la prensa de que la única solución está en privatizar todoas las empresas paraestatales y aun los servivcios públicos.

Este plan dió resultado en la privatización de la empresa telefónica, y lo hubiera dado en la privatización de los bancos y las carreteras sino fuera porque la tesis de la mayor eficiencia de la empresa privada es una falacia y tuvieron que ser rescatadas las entidades privatizadas con un cargo demencialmente caro para el erario, de hecho todavía hoy el pueblo de México está pagando el rescate bancario.

Pero, a pesar de que practicamente ya no queda nada por privatizar y de que la aplicación de ese pensamiento económico ha producido un estancamiento de dos décadas en el crecimiento de México, la voracidad de las élites privatizadoras tiene la mira puesta en el sector energético, en la salud y en la educación pública.

La aplicación del plan para ganar la batalla ideológica privatizadora en la educación está poniendo en riesgo la viabilidad del país como nación, de hecho ya se habla de Estado fallido en muchas areas de la vida nacional, precisamente por el repliege del Estado.

Actualmente la Educación Pública sufre el deterioro de la aplicación del plan privatizador de las élites en el poder lo que constituye un crimen de lesa Patria porque está haciendo perder el tiempo a numerosas generaciones (ya son treinta años de aplicar el plan), que con el mismo esfuerzo y tiempo inveretidos podrían estar recibiendo una educación de calidad que los capacite para ser útiles al país y colaborar para el crecimiento de éste; en en vez de ello, al término de la educación elemental resulta que no logran comprender lo que leen y por lo tanto no están capacitadas para emprender una nueva etapa de su educación por lo que se producen miles de rechazados en la educación superior y tampoco pueden aspirar a ingresar al mercado laboral porque no tienen la capacitación que requieren los empleadores.

Esta situación es vista con golosa fruición por los mercaderes de la educación que solamente esperan que la deseperación de la población haga crisis y que sea ésta la que pida a gritos que la educación pública se privatice para que mejore de una vez por todas. Algunos elemntos se escapan en este avaricioso cálculo: El eventual predominio de la educación privada hará más profunda la desigualdad social en México, el hecho de que solamente quien tenga dinero para pagarla tenga acceso a la educación condena a la mayoría de los mexicanos a vivir en la marginalidad sin esperanza alguna de superarse. Una de las funciones de la educación pública es la de emparejar el terreno de las oportunidades y ser facttor de movilidad social, si se elimina se cancela la viabilidad de este país como Nación.
Otro elemento que se escapa de las cuentas alegres de las élites gobernantes es que, así como la privatización de la banca y las carrteras dieron malas cuentas, la educación privada no garantiza una mejora en la calidad, y como evidencia estan las evaluaciones que los organismos internacionales a los que ingresó México le han impuesto y que señalan en la educación privada las mismas carencias que en la educación pública. Otro elemento más es que la Iglesia Católica tiene una fuerte presencia en las escuelas privadas y dan preferencia a la enseñanza de supersticiones y dogmas sobre la formación científica lo que provocaría una regresión de México a la Edad Media.

Calderón ha colocado la Educación Pública en fase terminal, pero será el próximo presidente aliado con Elba Ester Gordillo quien le de la puntilla si tú no tienes inconveniente.