Escuché una hipótesis sobre lo que ocurre en Michoacán. El primer antecedente que hay que tomar en cuenta es el fracaso de Felipe Calderón cuando intentó ganar la gubernatura de su Estado natal; al parecer esto le provoca a Felipe y a la familia Calderón una obsesión por lograr algún día la gubernatura de Michoacán.
Una de las ofertas de las fuerzas de derechas en todo el mundo es la promesa de mano dura contra la delincuencia, para que una oferta de este tipo tenga aceptación primero hay que crear en la población la percepción de estar en medio de una gran inseguridad.
La hipótesis que escuché es que todo lo que trasciende a los medios sobre Michoacán es parte de una campaña ideada por la familia Calderón para crear en la población michoacana la percepción de que solamente las locuras militares y mediáticas de Calderón llevarán la paz a ese Estado.
La campaña de los Calderón empezó desde el primer día del presente sexenio, cuando Calderón anunció su guerra contra el narco el primer Estado al que envió al ejército fué a Michoacán, casualmente o tal vez por eso, a Apatizngán , municipio muy presente en las últimas semanas en los medios.
Otro golpe más de esa hipotética campaña fueron las granadas que desconocidos hicieron estallar en aquella ceremonia del Grito en Morelia; la aprehensión de los alcaldes michoacanos en el Michoacanazo es otro golpe más de esa campaña. Y los secuestros de encuestadores y repartidores de directorios en la zona de Michoacán con más número de efectivos militares policíacos y de la Marina podría no ser autoría del llamado crimen organizado sino de una organización política igualmente criminal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario