Espurio espurio pero bien que a México le urge que aprenda.

La crisis de 2007-2008 se veía venir desde 2006, muchos especialistas lo dijeron; el mismo López Obrador lo advirtió en la campaña y los mismos que entonces lo tildaron de loco por eso, después reclamaban que no hubiera dicho nada si ya sabía lo que venía; eso advertían los especialistas y líderes responsables, pero Calderón se regodeaba por lo que venía porque "le gustan los retos", "luchar contra la corriente" y sonreía por la diversión anticipada que resultaría de sortear la crisis; su secretario de Hacienda dijo que la crisis para México sería un catarrito. Hoy en Estados Unidos y Europa se está gestando una crisis bestial, no queda más que esperar que las élites en el poder hayan aprendido algo despúes de casi cinco años de estarla cagando.