¿Quién manda en México? Ausente en la lista de Gaddafi.

I
La ideología liberal a la que son adictas las élites en el poder, propugna la reducción del Estado. Es así que con ese objetivo se privatiza, se subroga o de plano se renuncia a ejercer las facultades del Estado. En cuanto a los medios electrónicos de comunicación, se ha optado por dejar que estos se autoregulen, con los desastrozos resultados que vemos y sufrimos todos los días.
Cuando los poderes del Estado intentan ejercer sus funciones en materia de regulación de los medios se topan con quien de verdad manda en este país: las televisoras.
Fueron las televisoras quienes con mayor virulencia combatieron la reforma electoral que retiraba los anuncios electorales pagados; con esta medida las televisoras dejaron de percibir buena parte del subsidio recibido por los partidos políticos.
Lo mismo ha ocurrido con el intento por regular la publicidad de los productos milagro, publicidad que produce cuantiosas ganancias para las televisoras por lo que las autoridades se han vuelto a topar con quien de verdad manda en México y cobraron la cabeza de Miguel Ángel Toscano presidente de la Cofepris.
Pero mejor dejemos la palabra al maestro José Woldenberg

II
Muammar Gaddafi le echó la culpa del malestar de los ciudadanos libios a todo el que se le ocurrió, pero, aparte de sí mismo, se olvidó de un verdadero culpable: la crisis económica global producida por las financieras. Recordemos que la ola de protestas que ha arrasado con los gobiernos autócratas del norte de África tuvo su origen el 17 de diciembre pasado, cuando un joven licenciado, pero desempleado, de 26 años, se quemara a lo bonzo en la turística ciudad de Sidi Bou Said, y días después muriera, tras serle confiscado por la policía el carrito en el que vendía verduras en la calle, con el argumento de que carecía de permiso(enlace).
El desempleo de personal calificado es producto de la crisis y lo que estamos viendo son resonancias de la misma que a pesar de las cifras que reportan los gobiernos está lejos de haberse resuleto, más bien al contrario, los acontecimientos le estan dando nueva fuerza destructora, solamente hay que observarel comportamiento de las bolsas de valores en el mundo, el aumento de los precios del petróleo y el oro para darse cuenta de que se viene otro chingadazo económico.
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