En los tiempos del autoritarismo priista muchas personas fueron asesinadas solamente porque al Presidente en turno le caían mal; no era que los mandara a matar él personalmente, lo que sucedía es que muchos caciques querían congraciarse y si escuchaban que fulano le caía mal al Presidente, fulano no amanecía.
A veces algún amigo le daba el pitazo a fulano y éste se escondía o de plano se autoexiliaba; así sucedió con la compositora Lolita de la Colina, cuya canción Acaríciame escandalizó a la esposa del entonces Presidente Díaz Ordáz y más tardó Lolita en saberlo que en exiliarse en Puerto Rico.
Con esto del cese de Carmen Aristegui se evidencia que las cosas no han cambiado mucho; no es necesario que el Presidente (espurio o no) diga con todas sus letras: ¡Me corren a esa hocicona!, basta con que un radiodifusor concesionado sepa que el susodicho se ha molestado para presionar a quien ejerce su libertad de expresión.
2 comentarios:
"Que seas un paranoico no quiere decir que no te persigan". Kurt Cobain
Más que paranoia hay un afán por quedar bien con quien ocupa la Presidencia
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