En la obra La Tierra de Caanan, Isaac Asimov afirma que allá por el siglo I los judíos intentaron hacer proselitismo de su religión entre los que ellos llaman gentiles, pero que éstos lo pensaban más de dos docenas de veces por aquello de la circuncición obligatoria, pero la secta judía seguidora de un tal Jesús, llamada cristianos dispensaban ese requisito por lo que pronto ganaron todos los adeptos que no se adhirieron al judaismo tradicional.
Algo así se vislumbra que pasará con la cédula de identidad y la credencial para votar; cuando la édula sea requisito para cualquier trámite y la credencial solamente sirva para votar, serán pocos los que tramiten la credencial y el abstensionismo avanzará un gran tramo. Tal vez es lo que busca Calderón, alejar a la mayor parte de los posibles votantes de las urnas.
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