Ya son varios lustros en los que la población que se declara católica es cada vez menor, en contraste las iglesias Evangélicas avanzan . Uno pensaría con este dato que la influencia y poder de la Iglesia Católica va en descenso y por eso no se explica por qué las declaraciones desbordantes de ignorancia e intolerancia de los jerarcas de la Iglesia Católica tienen tanta relevancia en los medios. Es posible que el poder de la Iglesia Católica no resida en lo numeroso de su grey sino más bien en sus alianzas políticas y su pragmatismo, una pista de esto nos lo da Luis González de Alba en su artículo
II.68: La guerra contra Barros Sierra:
¿Qué había pasado? No lo sé bien. Pero muchachas de la Democracia Cristiana, que nos aborrecían por haberles ganado un par de elecciones estudiantiles, comenzaron a quedarse a las guardias, no a dormir porque no era apropiado; pidieron botes para solicitar en las calles aportación económica y un día, luego de cantar con nosotros canciones de la Guerra Civil española ante una fogata, nos invitaron a entonar De colores, que yo asociaba con estudiantinas y no con las nuevas corrientes de la Iglesia católica. Lo supe después. Y ahora ato cabos: la Iglesia, la católica, se había movido y no veía con malos ojos un movimiento que atacaba al gobierno que no la dejaba votar ni salir a la calle con sotana ni dar educación religiosa… La Eterna Puta hizo cuentas: el enemigo de mi enemigo es mi amigo…
¡Muera el mal gobierno
2 comentarios:
Algún día escribiré un libro o un ensayo que se llame: The Catholic Church and The Children of the Great Whore
algún día lo leeré
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