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¿Qué se va a acabar primero?

martes, 1 de junio de 2010

Israel-Copala

El ataque a la Flotilla de la Libertad, que se registró en horas de la madrugada de este lunes a 20 millas del territorio palestino, transportaba a más de 750 personas y toneladas de ayuda humanitaria a Gaza.

En la operación los soldados asesinaron a 19 personas, en tanto los heridos se ubican de 30 a 60 entre los que hasta ahora se cree que podrían estar diplomáticos, parlamentarios y una ganadora del Premio Nobel de la Paz. En la flotilla viajaban ciudadanos de al menos 40 nacionalidades.

¿Es posible indignarse contra el gobierno cubano por las condiciones de los presos políticos y al mismo tiempo simpatizar con el pueblo cubano? ¿Es posible indignarse ante los crímenes del gobierno de Israel y reconocer el derecho del pueblo judío a un territorio?

El evento en la costa mediterranea de Gaza me recordó el evento en San Juan Copala donde una caravana de paz intentó romper el cerco que en esa comunidad mantiene un grupo antagónico de la misma etnia triqui y se les masacró; el odio y la intolerancia se dan en cualquier parte.

11 comentarios:

El Ciudadano X dijo...

Ya me imagino a los tripulantes del navío de ayuda tirando piedras a los aviones cazaF5, Estados Unidos "Lamento", pero no condeno porque son sus carnalitos.
Los Isrraelies con Judios, y sin generalizar, creo que si traen un gen de "hijos de la chingada" porque los dueños de las maquiladoras aqui en México no son muy diferentes.
Hay un cerco de hambre en Palestina, y punto, el cabrpon que se atreva a romperlo ( o intentarlo) morira...
El Holocausto fue algo espantozo, pero a veces, mientras más conozco a los judíos, me quedo pensando si Hitler no sabría algo que los demás no????

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

El antisemitismo es la expresión por excelencia de la irracionalidad.
El "judio" pertenece a una religión o es descendiente de los practicantes de esa religión, ni siquiera a una etnia o grupo social especifico. Argumentar algo como "un gen judío" es cómo pensar que existe un gen católico. En Israel la gran mayoria practica el judaismo, pero eso no quiere decir que los israelitas son todos judios o que los judios son todos israelitas. Israel, es un país poblado por inmigrantes de todo el mundo con muchas ascendencias geneticas diferentes. Lo que hace daño es la visión de estado, la ideología ultraconservadora y militarista de quienes detentan el poder en el país.

Igualmente, las maquiladoras en este país trabajan en su mayoria para compañias transnacionales (Toyota, Calvin Klein, General Motors, etc...), empresas que benefician a una gran variedad de personas interesadas, pertenecientes a todos los credos y nacionalidades. El dinero corrompe (aunque no podemos generalizar) y el estado en el que vivimos tiene miedo de poner trabas a las personas que detentan este capital, por eso sucede lo que sucede. Otra vez, es un problema ideologíco.

El racismo de cualquier especie siempre es pernicioso, un sesgo cognitivo que intenta juzgar las partes por el todo, el dogma qe se ha mostrado más capaz de regresarnos a la barbarie.

Eleutheria Lekona dijo...

"El derecho del pueblo judío a un territorio", ¿qué es éso?, ¿qué es el “pueblo judío”, ¿no acaso los cohesiona su religión?, ¿por qué a expensas de ello -de su religión- han de ser meritorios a un pedazo de tierra que ya está ocupado por otros humanos? No me parece un argumento; lo son –en todo caso- por ser, llanamente, humanos (meritorios al pedazo de tierra).

Y, por cierto, ¿y el “pueblo musulmán?

Pero volvamos al “pueblo judío”…

Parece ser que un buen día, a finales del siglo XIX les apeteció –a sus dirigentes- volver a "su territorio" apelando, para tal vuelta, a dos acontecimientos: 1) Un supuesto “antisemitismo” del que eran blanco en Europa y 2) Una supuesta tierra –una promesa- que les fue hecha por el hipotético dios Yahvé, tal y como aparece “documentado” en las antiguas escrituras (un argumento religioso, sin duda). Sin embargo, a mí me parece que Theodor Herzl –en “Der judenstaat”- utilizó un argumento falaz para justificar y pugnar por la conformación de dicho estado judío (me refiero al argumento del antisemitismo). Si vamos con las ideas de este hombre, tan semita es un judío como un palestino, ¿por qué, entonces, quererse instalar en las tierras de otro pueblo semita para fundar al propio? La Historia parece darnos la razón, el Estado de Israel no ha hecho sino masacrar al pueblo palestino. ¿Qué Herzl no tuvo la clarividencia para prefigurar todo ésto?, ¿y los demás “judíos” que volvieron a Israel?, ¿también son inocentes?

El argumento religioso. Bueno, ése es absolutamente rebatible.

La realidad es que el Estado de Israel es el gran protectorado estadounidense en un corredor estratégico en la zona del golfo pérsico (con su consabido oro negro). La configuración del estado israelí tiene más que ver con asuntos políticos que con un asunto de “derecho al territorio”.

Por otro lado, yo sí recomiendo también leer –sin fanatismos- lo que nos dice el revisionismo histórico en relación al holocausto (el holocausto, ese colosal hecho contado por la historia oficial sobre el que se legitima la existencia de un antisemitismo)

Por otra parte, algunos de ellos –de los israelitas- se auto denominan “pueblo judío” y, al hacerlo, se separan del mundo, se aíslan. Es como hablar de un “pueblo católico”, ¿qué patrañas son ésas? Todos somos humanos. PUNTO. No entiendo estos separatismos; desgastar las energías para separarnos de los otros, para proclamar nuestra supuesta “unicidad” cuando el mundo está ávido de nuestra “unión. Ahora que, si se autodenominan “pueblo judío” para eficientar la comunicación, entonces tendré que aceptarlo en la misma forma en que acepto hablar de un “pueblo mexicano” (no sin ciertas reticencias –claro- pues pensé que vivíamos en el siglo de la laicidad y de las democracias (Israel se reconoce como “estado democrático” y, sin embargo, uno de los argumentos que utilizó para erigirse como nación está bastante lejos de la laicidad y la laicidad, hasta donde entiendo, es una de los rasgos distintivos de los estados democráticos)).

Además, yo creo que a territorio tenemos derecho todos los ciudadanos del mundo (judíos o no judíos), pero a lo que no tenemos derecho es a sacar a otros humanos de un cierto territorio para meternos nosotros allí (dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo).

No voy contra el judaísmo, sí voy contra el sionismo.

No voy contra una concepción espiritual de la vida, con un sentido de “religiosidad”; sí voy contra los fanatismos, con agarrarse de la religión para diseminar mierda por el mundo, con agarrarse de dogmas para oprimir al otro.

Y sí, sí diré: yo distingo dos entidades con toda claridad: 1) El Estado de Israel y 2) Sus habitantes.

Personalmente, no siento antipatía por “lo judío” porque “lo judío” no existe, es un invento; tanto como lo es “lo católico” o “lo cristiano” o “lo musulmán”.

Manuel dijo...

Eleutheria Lekona y Amilcar me dejaron sin palabras, felicidades

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

Por desgracia, de todas las formas de sionismo (fue un movimiento muy amplio e incluso tuvo tendencias socialistas en algún momento de su historia) triunfó la más salvaje, la de establecerse por la fuerza y deslpazar a los ocupantes originales. Es imposible estar de acuerdo con eso y es imposible estar de acuerdo con un argumento religioso que lo sostenga.

Por otro lado el antisemitismo es inegable, y no tiene su fundamento en el holocausto nazi, sólo es su culminación. Sabemos que ser judio era un crimen en muchos estados europeos (y donde no lo era estaban sujetos a pagar un impuesto especial) y tenemos registros de númerosos progroms realizados del siglo XIV al XVIII donde perecieron centenares de miles de personas sólo por pertenecer a una religión o tener la nariz ganchuda o no tener para comprar tabaco un sabado. En "Taras Bulba" de Nikolai Gogol, podemos ver la descripción de un progrom en Ucrania realizado por los cosacos. Aunque Gogol mismo era antisemita y parece regodearse un poco en la matanza, no deja de dar una descripción terrible de los hechos.

Por otro lado, la palabra antisemitismo va unida historicamente a la discriminación contra los judios y se utiliza desde hace doscientos años con tal ascepción. Si bien la palabra surge de un error, pues es cierto que los pueblos arabes son semitas (el semita tambien no existe, es otro error historico, pero supongamos que hablan lenguas de origén similar, llamadas semiticas, por un personaje de la biblia). Cómo sea el uso crea al lenguaje y no al reves. "Homofobico" significa aquel que desprecia y/o teme a los homosexuales, ese es el uso que le hemos dado, pero la palabra en terminos estrictos quiere decir que desprecia o teme a los que son iguales a él.

Cómo decía, el racismo siempre es pernicioso. Prueba de ellos es el que practican el ejercito y las autoridades Isralíes con sus vecinos arabes. No por eso vamos a aventar a un judío de Nueva Jersey al oceano, a ver cómo se ahoga.

Eleutheria Lekona dijo...

PARTE I

Tienes razón Amílcar, poniéndonos estrictos podríamos concluir que lo semítico tampoco existe; pero recordemos que han sido los judíos –varios de ellos- quienes han aceptado el uso de tal epíteto para referirse a sí mismos; la distinción la han hecho varios de ellos y la hacen de una manera fanática. Yo creo que los judíos tienen derecho a su religión y a sus costumbres, a sus mitos y a su literatura; no tienen por qué tener menos o más concesiones que otros pueblos y, sin embargo, suelen tener muchas más concesiones.

Todo lo demás, los progroms, la historia del "antisemitismo", la vertiente socialista del sionismo... todo éso lo sé; cuando hablé de la legitimación del “antisemitismo” vía el holocausto no pretendí negar la alusión histórica de un “antisemitismo” anterior a éste. Ante este hecho, me viene a la cabeza una objeción doble:

¿Qué ha motivado la persecución contra lo judío? Ha sido una persecución injusta para algunos de sus miembros, se vio recrudecida durante la época de los nacionalismos (la propia comunidad judía mordió el anzuelo nacionalista y fue durante ese período que se pensó en la fundación del estado israelí), pero también cabe preguntarse ¿por qué los judíos gozan de tan mala fama? Es injusto, ciertamente, que por unos cuantos se juzgue a todo el rebaño (de hecho, ésa es una de las actitudes humanas más retrógradas y más frecuentes), entonces cabría la pena que dicha comunidad cuestione a sus dirigentes por los horrores y los desatinos que han cometido (allí tenemos a un Shlomo Sand, a una Susan Sontag o un Noam Chomsky, férreos críticos de su comunidad) y que revisen también su actuación en la historia, que sean auto críticos de sí mismos. Pero también cabe exigir el cese a toda generalización injusta (¿hay alguna que no lo sea? Tal vez ésta) No es posible admitir que “todos” los judíos son malos sólo porque “algunos” judíos lo son. Voy absolutamente de acuerdo con éso.

[continúa...]

Eleutheria Lekona dijo...

PARTE II

A pesar de esto anterior que señalo y consciente de ello, debo reconocer que, al final, hay una confusión intelectual que yo no comprendo: ¿Por qué cada vez que se critica al Estado israelí y se habla de los "judíos asesinos" -porque los estadistas de aquel país que asesinan a palestinos son, finalmente, judíos- salen hordas de humanos a la defensa de lo judío y este recordatorio machacoso de la historia del antisemitismo? Creo que es honesto que comencemos a distinguir y separar el sufrimiento infligido al pueblo judío –sin olvidar que el revisionismo diverge seriamente de lo admitido contado- del sufrimiento infligido por el pueblo judío (cierta parte de éste).

Ok, entendámonos. Cuando estos eventos ocurren, decenas de humanos empiezan a decir cosas del tipo "judíos asesinos", "malditos judíos", etc. Pidamos entonces a dichos humanos que eviten el cuantificador existencial y que se refieran de manera explícita a los judíos asesinos (a ésos y no a otros) que están acabando con el pueblo israelí. Pidamos esta precisión porque, para muchos, parece no ser algo explícito. Pidamos, luego, a los recordadores del antisemitismo que no es necesaria ya tal perorata; pues todos sabremos que cuando se diga “judíos asesinos” se estará hablando de los sionistas que dirigen al Estado israelí y no de los judíos de Manhattan o de aquellos judíos que no admiten la actuación de su estado. Es más, seamos más claros: hablemos de los sionistas asesinos y no de los judíos asesinos. O, mejor, hablemos de los seres que, ocupando cargos en el Estado israelí, en EUA, en el consejo de seguridad de la ONU, etc. asesinan a palestinos y a toda clase de civiles con tal de ver perpetrado su sueño sionista con el respectivo control de la zona del golfo. Hagamos eficiente la comunicación o no la hagamos. Si la hacemos, podemos admitir hablar del “antisemitismo” como de los “judíos asesinos”; si no, tendremos que hacer algunas acrobacias con el lenguaje para decir lo que queremos decir sin caer en imprecisiones. Yo soy partidaria de las acrobacias. Vale la pena referirnos con justicia a aquello que queremos referir y no a otra cosa [esto me prueba que la eficiencia no es lo más importante :)].

En cuanto a las xenofobias, yo soy partidaria de su destierro; no comprendo ni acepto el odio a lo judío, lo mismo que no comprendo ni acepto el odio a lo palestino. No pocos pensadores de la llamada comunidad judía han influido mi pensamiento.

Finalizo diciendo: es bueno saber que la comunidad judía es progresista y trabajadora y, si sus logros se legitiman sobre la honestidad, ¿por qué permitir que unos cuantos de ellos los desprestigien a tal punto que la humanidad entera se vuelque iracunda contra sus acciones? Yo le pediría a los miles y miles de judíos honestos que hay en el mundo, que tomen una posición clara ante los horrores del estado israelí. Si los judíos israelitas quieren pasar a la historia como hombres honestos, tendrán que pensar seriamente en renunciar a la tierra palestina. Si ellos fueron alguna vez víctimas del antisemitimo, se han convertido ahora en victimarios; la inacción es una variante de la maldad.

Eleutheria.

Eleutheria Lekona dijo...

Manual, gracias. Aunque no me creo merecedora a tal felicitación.

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

No entiendo a que te refieres con que tienen más concesiones. Si es por el establecimiento de un estado ilicito en Palestina, eso se debe a situaciones geopoliticas (tu bien lo has dicho y explicado) y no a cuestiones de indole cultural. A nadie en este mundo se le discrimina positivamente por el sólo hecho de ser judío, como no sea en Israel y en mismos sectores judíos. E incluso en Israel se discrimina a los mizrajíes.

"¿Por qué los judíos gozan de tan mala fama?"

Cargan en general el desprecio historico del cristianimso oriental y occidental, así como campañas excelentemente orquestadas para el desprestigio de una comunidad entera (los protocolos, el nuevo orden, comer niños en sabado, tener pacto con el diablo) al ser el chivo expiatorio perfecto por constituir en su momento una minoria debil y aislada (el viejo Rostchild no cuenta, claro, jaja). Si aun no podemos librarnos del neonazismo, del nacionalismo diecinuevesco, del facismo latinoamericano y europeo, del sinarquismo méxicano. ¿Te parece que todos esos prejuicios antijudios -usemos la palabra más correcta, pues- iban a desaparecer? Pero todo eso ya lo sabes.

Estoy de acuerdo contigo, los judíos honestos que hay en el mundo, deberían tomar una poscicion clara ante los horrores del estado israelí. Igual que todos nosotros sobre nuestras respectivas naciones y credos, los sunitas y chiitas, que aunque no pertenezcan al mismo país sean musulmanes, tambien deben protesar contra las acciones de los gobiernos que desacreditan al islam y a los arabes en general.
Es una lástima que Israel no se acuerden que en la edad media, donde mejor podían crecer y vivir en paz fuera en territorios musulmanes.

Queda el consuelo de que, efectivamente, tanto personas como de uno y otro credo, se rebelan contra el odío insensato. Y creo que nosotros tampoco vamos a callarnos.

Indio Cacama dijo...

Por cierto los muslulmanes fundamentalistas tampoco recuerdan la época en que podían convivir en paz con los seguidores de los otros profetas( Abraham y Jesús)

Eleutheria Lekona dijo...

Estoy de acuerdo contigo Amílcar; ni la cultura, ni la religión tendrían que ser motivo de discriminación y, sin embargo, lo son. Si los argumentos sobre los que se fundó el Estado de Israel estuvieran por completo desligados de la cultura judía, de la religión judía y de, en suma, “lo judío” no tendría por qué no aceptar la idea de que los judíos no tienen más concesiones que otros pueblos. Pero aunque el motivo auténtico de la fundación de aquel Estado es geopolítico, lo cierto es que se han servido de “lo judío” (como su religión) para fundarlo y gozar, por ejemplo, de la prerrogativa a un territorio ocupado por el llano hecho de ser “judíos”. Ahora que, si lees mis otras intervenciones, verás que yo misma rechazo la idea de algún sustrato o esencia “judía”. Ya lo dije: todo éso son ridículos separatismos; a pesar de ello, respeto el derecho de “los judíos” a creerse judíos; de “los cristianos” a creerse cristianos, etc. Yo, por ejemplo, me creo mexicana. Así que, ni hablar.


Y sí Amílcar, que exijamos honestidad de los judíos no implica que no tengamos que darla también nosotros, éso se sobreentiende (al menos yo no veo por qué tenga que ser de otra forma).

Está bien, no se han podido erradicar el nacionalismo decimonónico, los fascismos, el sinarquismo y montón de “ideologías” nefandas, mas –en mi caso- no voy a dejar de hacer la crítica de mi tiempo (en este caso, el último actuar del gobierno israelí para con la flotilla de la paz en aguas internacionales) por temor a que me juzguen de antisemita. Al menos yo no voy a dejar de hacerlo porque no es ése el tipo de cosas que me amordazan. Realmente así es.

Te dejo un saludo, Eleutheria.

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