Espiritu de cuerpo ¿lealtad o complicidad?

Las instituciones corporativas son muy eficientes en el logro de sus objetivos (de sus verdaderos objetivos, muchas veces púdicamente ocultos). Tal eficiencia es resultado de la organización vertical, jerárquica y de la disciplina con que se conduzcan los miembros de tales instituciones.
El Partido Revolucionario Institucional , durante más de 70 años funcionó (y funciona todavía en los estados donde gobierna), de manera corporativa.
En este instituto político el apego a la disciplina partidaria pagaba con creces a los leales, de tal manera que una carrera polítca exitosa dentro del sistema priista ha sido la de aquellos que están dispuestos a doblar el lomo sin chistar.
Otras instituciones corporativas con las convivimos cotidianamente son la Iglesia Católica y el Ejército.
Es inocultable que la obediencia y la disciplina en estas otras instituciones son su principal sostén.

Hay estudiosos que han encontrado en la disciplina y la obediencia el germen de la destrucción de las instituciones corporativas:

Laurence Peter era un pedagogo canadiense que en 1969! expuso un principio que trataba de explicar la extensión de la incompetencia en las grandes organizaciones, literalmente es:

"la totalidad de los nuevos miembros de una organización jerarquica van promocionandose en la escala hasta que alcanzan su nivel máximo de incompetencia".
Fuente: Marketing &it

En su libro Exaltación de ineptitudes, Rafael Ruiz Harrel explica como el sistema priista favorecia el ascenso de los políticos, no por su eficiencia, sino por su lealtad al sistema, lo que traía como consecuencia que al cabo de 70 años todos los puestos de gobierno en los tres poderes estuvieran ocupados por seres corruptos , ineficientes, pero leales a toda prueba al sistema, lo que trajo los descalabros electorales de l988 y de 2000.

En la Iglesia Católica, al menos en México, podemos observar algo parecido, la mayor parte de los jerarcas son seres abyectos: Norberto Rivera Carrera, Juan Sandoval Iñiguez, Felipe Arizmendi; pero con los que el Vaticano puede contar para lo que sea.

El caso del Ejército es menos evidente, no como sea llega al conocimiento del público el funcionamiento corporativo de la Institución Armada, pero a resultas del plan mediático de Calderón por ganar puntos en los índices de popularidad, en el que ha usado irresponsablemente al ejército podemos observar como entiende esta institución lo que se conoce como espiriru de cuerpo:

El espíritu de cuerpo es amor por la institución íntimamente compartido por sus miembros. Mística por servir a esa entidad histórica que resume en su alma intangible un pretérito grande y glorioso. Dentro del grupo, el espíritu de cuerpo expresa los mismos sentimientos y valores en torno al grupo, a los que sirve con lealtad, sacrificio, entrega generosa de todas las facultades intelectuales, profesionales y afectivas.
Como lado negativo se puede observar que el espíritu de cuerpo impide la transparencia de lo que ocurre en el interior del grupo hacia el exterior. Esto impide la investigación de delitos al interior de esos grupos. Una muralla de silencio encierra al grupo o, peor aun, el grupo puede encubrir los hechos ocurridos.

Este fenómeno impide asimismo la libre circulación de ideas entre los estamentos de una sociedad. Por ejemplo, en Chile, el espíritu de cuerpo de las fuerzas armadas, acentuado aún más por la prohibición expresa de deliberación política, fue una de las causas del desconocimiento mutuo entre el estamento político y el estamento militar que condujeron al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Fuente:Wikipedia

Cada integrante debe lealtad a la institución corporativa. ¿Debe la organización corporativa lealtad a cada integrante? ¿Cuáles son los límites de esa lealtad recíproca?

Yo creo que en esa lealtad radica otro germen de destrucción de las instituciones corporativas:
Mario Marín , gobernador priista de Puebla incurrió en abuso de poder al violar los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho, por ello recibió el apoyo total (cerrar filas dicen ellos), del PRI.
Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo ha sido reconocido como violador, pederasta, drogadicto y estafador, pero durante años recibió el apoyo irrestricto del Vaticano, señaladamente de Juan Pablo II.
En los tres años de gobierno del jefe de los Jinetes del Apocalipsis (hablo de Calderón , ni modo que de quien), miembros del ejército mexicano han incurrido en abusos a la población civil, violaciones, torturas, aprehensiones ilegales y asesinatos, y han recibido de la jerarquía militar el apoyo total.

Cada que las Instituciones Corporativas, en nombre de la lealtad o del espiritu de cuerpo, arropan a sus miembros que delinquen, pierden ascendiente moral , hoy el PRI es en opinión de muchos más corrupto, la Iglesia Católica más hipócrita y el Ejército Mexicano...