A decir del maestro Lorenzo Meyer durante el gobierno de Porfirio Diaz, los Estados Unidos consideraron la posibilidad de ocupar militarmente el norte de México; la razón era que la frontera entre los dos paises se utilizaba para introducir de contrabando mercancias de origen europeo y también era utilizada la frontera por los cuatreros como refugio cuando eran perseguidos por robar hatos.
El gobierno yanqui analizó el asunto y decidió no invadir porque temían que un prolongado contacto de las tropas norteamericanas con el pueblo mexicano las contaminara y terminaran mexicanizandose, posibilidad a la que los supremacistas en el gobierno gringo tienen pavor.
El asunto me recordó aquella película de Kevin Costner en la que un soldado yanqui encargado de un puesto de avanzada en territorio piel roja termina por transformarse en piel roja.
Al parecer en la invasión norteamericana de 1847, Estados Unidos consideró la posibilidad de quedarse con todo el país , pero la aversión gringa del modo de ser mexicano hizo que se conformaran con los lotes baldíos del norte y dejaran que los mexicanos vivieran en lo que resta del territorio.
La verdad es que somos todo lo contrario de lo que los blancos alglo-sajones y protestantes consideran como civilizado, por eso cuando nos agringamos ponemos en riesgo la integridad nacional, pero cuando nos mantenemos en nuestra forma mexicana de ser establecemos un barrera cultural que mucho teme el american way of life.
2 comentarios:
Allá donde fueres, haz lo que vieres
No sé si está bien lo que voy a decir, pero a mí me causa suma aversión el "American Way of Life". Sin generalizar porque, evidentemente, no todos los estadounidenses son así (hay un buen cúmulo de intelectuales de aquel país -algunos de ellos de origen judío- a los que admiro infinitamente: Carl Sagan, Susan Sontag, Noam Chomsky, Morris Berman, Sylvia Plath, etc.), pero me molesta de dicha sociedad: su suma ignorancia, su incapacidad para hablar otro idioma que no sea el inglés, sus chauvinismo y naciocentrismo, su modo de pensar tan lleno de clichés y lugares comunes, que su cooltura y la concepción que tienen de otras culturas esté basada en esquemas y paradigmas; que todo lo categoricen y nada que no quepa en esas categorías tenga cabida en su micro mundo. Basta ver su cine, plagado de figuras icónicas y siempre recurrentes. Lo repito, no todas las personas de aquel país son así, sin embargo, su masa ignara -correlato de la masa ignara de todo país- sí que lo es. Hay una cosa que me parece muy loable –eso sí- de aquella sociedad: esa capacidad para entender que es en la ciencia en donde se encuentra buena parte del bienestar social. Privilegian de tal manera la investigación científica que sus más grandes institutos, la NASA y sus universidades están llenos de extranjeros (han aceptado que los grandes genios están, principalmente, en otros pueblos más que en el suyo propio); ésto, sin embargo, comienza a alarmarles. Una hojeada al texto “The Final Report of the National Mathematics Advisory Panel” de 2008 expresa dicha inquietud. En fin, el pueblo estadounidense: hace falta un antropólogo que los estudie; no todo lo exótico se encuentra en Samoa.
Eleutheria.
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