Dale Carnegie (sí un motivador profesional escritor de libros de autoayuda, no lo descalifiquemos por eso ¡chingao!), anotó en alguno de sus libros una anécdota en la que un mecánico de aviones al servicio de Howard Huges (o de algún multimillonario gringo de esos), cometió un error tan bestial al darle mantenimiento a la nave de uso personal de su patrón que puso en peligro la vida de éste; entonces el multimillonario tomó la decisión de dejarlo encargado para siempre de darle mantenimiento a su nave, todos los allegado de Huges le cuestionaron su proceder y él dijo: es que ahora estoy seguro que este hombre no volverá a cometer nunca el mismo error.
Algo así ocurrió con Marcelo Ebrard, recordemos que él era el encargado de la Secretaría de Seguridad en el gobierno de López Obrador en la capital del país cuando ocurrió el linchamiento de policias federales en Tláhuac y que su desempeño durante esa crisis fue tan deplorable que los policias fueron linchados y quemados, aunque alguno de ellos sobrevivió.
Por alguna razón que va más allá de mis entendederas , la vida o quien sea, le dió otra oportunidad y hete aquí que ésta vez el ahora Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard contaba con un cuerpo especializado en rescatar a personas a punto de ser linchadas y el manejo de la crisis , ésta vez en Milpa Alta, tuvo un mejor descenlace que el antecedente.
Lástima que no se pueda decir lo mismo de la Policía Federal que no ha aprendido de sus errores y que sigue enviando a misiones de riesgo a personal sin un procedimiento más eficiente que el usado una y otra vez en comunidades donde cualquier extraño es sospechoso de ser de lo peor.
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