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¿Qué se va a acabar primero?

domingo, 23 de agosto de 2009

Dios y Ernesto

Supongo que como prácticamente todas las personas , conocí el concepto de Dios desde niño. Recuerdo que mi abuelita rezaba mucho y asistía todos los días a misa. Luego me enviaron a recibir el catecismo y allí fue donde comenzaron las dudas al ver que en el mundo de los adultos todo lo que censura la religión se practica sin que nadie se escandalice.
Pero eso no minaba mi fe en el catolicismo, durante años asistí a misa y juro que veía al cristo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles en la colonia Guerrero mirarme desde la cruz, me sentía Marcelino Pan y Vino.

Pero por siempre me había parecido que Dios la había regado en algo; en los pobres, ¿por qué tanta gente tenía que pasar tantas carencias y penalidades por la falta de dinero? ¿Realmente era Dios quién quería eso?

Un día encontré una frase de un tal Marx: Hay hambre en el mundo , no porque lo quiera Dios, sino porque lo quiere el hombre. ¡Cámara!

Entonces empezó realmente mi bronca con Dios, al principio era un pleito , es decir un encabronamiento con Dios porque a pesar de todo su poder permitía injusticias y crímenes sin fin y me rebelaba a la respuesta de que los caminos de Dios son inescrutables.

El siguiente paso fue negar la existencia de Dios, aunque a decir verdad nunca he estado plenamente convencido de ello, y al mismo tiempo sospecho que Dios no existe; debo entonces reconocer que al respecto mi mente se encuentra en esa franja ubicada entre el afirmar y el negar que se conoce como duda.

Hay quien no soporta la duda, mucha gente se pregunta como alguien puede vivir con la duda de si existe un Dios o si existe un más allá, es la duda lo insoportable, aunque no para mí . Yo creo que hay muchas cosas de las que no estamos seguros y que no nos causan conflicto a menos que padezcamos un Transtorno obsesivo compulsivo, por ejemplo los celos: ¿Alguien puede estar completamente seguro de la fidelidad de su pareja? Yo creo que nadie , pero eso no le crea conflicto a nadie más que a quienes padecen de celos de manera patológica.

He llegado a la conclusión de que realmente que exista o no Dios carece de relevancia. Lo que sí está cabrón es la existencia de las religiones, porque estas instituciones tratan de apresar la mente de las personas y controlarlas, esclavizarlas bajo la promesa de un mundo mejor que éste más allá de la muerte.

Las religiones no soportan el más mínimo análisis lógico. Por ejemplo ¿para qué iba a hacer Dios dos mundos, uno gacho que es en el que nos encontramos y otro a toda madre que es a donde iremos después de morir? ¿por qué mejor no nos puso de una vez en el mundo chido? ¿Para qué trabajar doble?

En fin las religiones no sirven al individuo para alcanzar una plenitud como persona, sólo sirven para uncirlo, para religarlo como se hace con los bueyes al yugo.
Pero el concepto de Dios sí tiene una utilidad: Por ejemplo , los creyentes siempre espetan a los ateos que cuando se encuentre en dificultades el ateo más convencido exclame ¡Dios mío!. Yo me pregunto ¿qué podría exclamarse?¿¡Materia mía!? O como dice el Dr.Emmet Braun: ¡Santa Ciencia!?
No , como que le faltaría emotividad. Hasta el ateo más convencido se encontrara alguna vez en su vida ante situaciones dramáticas , por ejemplo el fallecimiento de un ser querido ¿y por qué no va a tener derecho a un desahogo lanzando un ¡Dios mío! Y ni siquiera me parecería contradictorio que un ateo encuentre consuelo en el Salmo 23 (22)
El Señor es mi pastor, nada me falta.
En prados de hierba fresca me hace descansar,
me conduce junto a aguas tranquilas, y renueva mis fuerzas.
Me guía por la senda del bien, haciendo honor a su nombre.
Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré,
Porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad.

Me preparas un banquete para envidia de mis adversarios,
Perfumas con ungüento mi cabeza y mi copa está llena.
Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi vida;
Y habitaré por siempre en la casa del Señor.

4 comentarios:

El Ciudadano X dijo...

Encontraras buen cobijo en el El deísmo que es una filosofia religiosa que deriva la existencia y la naturaleza de Dios, de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas como la revelación directa, la fe o la tradición, practicada por Galileo, Newton, Thomas Hobbes, John Locke, Jean Jacques Rousseau, Voltarire, Benjamin Franklin, Jefferson, Washington, solo por mencionar algunos.
Saludos....

Indio Cacama dijo...

Sí, pero cuando pasen los del censo poblacional y pregunten sobre tu religión no digas deísmo porque no saben ni que pedo , hasta que te impacientas y preguntas si tienen en su formulario la opción "librepensante" y allí te anotan.

Manuel dijo...

Pues yo:
"Ateo guadalupano... por la gracia de Dios"

Eleutheria Lekona dijo...

Muy interesantes tus reflexiones, como siempre.

Asaz qué decir sobre el tema de la religión. Lo que con mayor rapidez viene a mi mente es una lectura que realicé, hace como año y medio, de un libro sobre la conformación de Alemania: allí está que estaba Carlomagno y, antes, su abuelo Carlos Martel y, hete aquí que de la descendencia de su estirpe (hombres germanos, específicamente, francos) habría de construirse, años después, el Sacro Imperio Romano Germánico cosa que -sin la colaboración de los papas- hubiese sido mucho más difícil de llevar a cabo. Estos papas, por supuesto, recibían regularmente -en pago- sus bonificaciones; fue así como, en aquellos tiempos –algo después del reinado de Carlomagno- se celebraron aquellos concilios tras los cuales el catolicismo salió plenamente fortificado.

Hoy, como muchos otros días, no me siento presta a estructurar bien mis ideas. Con todo, no pude evitar comentar el post.

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