Efecto bumerang

Cuando se empieza a hablar de que la economía está en crisis , lo que se está diciendo es que la rentabilidad de los negocios está bajando.
La rentabilidad son las ganancias que a un empresario le deja su negocio. Un nivel aceptable de rentabilidad es que las ganancias superen lo que ofrecen los bancos a los ahorradores como réditos. ¿Con cuánto deben superar las ganancias lo que ofrecen los bancos para que un negocio se considere rentable? Ese sí es un misterio, algunos empresarios se apoyan en la máxima que dice: Negocio que por cada peso no deja tres; negocio no es. Pero la verdad es que sólo bajo condiciones excepcionales un negocio logra tales ganancias, condiciones tales como que el negocio sea un nuevo nicho jamás explotado, un verdadero pionero; o que se trate de un negocio que sea un monopolio o de plano que se trate de un negocio ilegal donde el riesgo de perder la vida o la libertad se compensa con fabulosas ganancias.

Según la economía marxista y según la experiencia de los últimos cien años, los negocios tienden a hacerse menos rentables por diversas causas, está por ejemplo la composición orgánica del capital por la cual la maquinaria que entra en desuso se va convirtiendo en pasivo para la empresa, también está la inflación y por supuesto los movimientos de la tasa de interés bancario.

El asunto es que para no perder rentabilidad en tiempos de crisis las empresas recurren al despido de trabajadores lo que a mediano plazo provoca un descenso más en la rentabilidad pues si de pronto una parte de la población deja de tener empleo se reduce su capacidad de compra ,lo que provoca una reducción en las ventas de las empresas y un descenso en la rentabilidad, por lo tanto una crisis mayor.

La intención de las derechas (la confesional panista y la laica priista), de emprender una reforma laboral implica facilitar a las empresas el despido de trabajadores, lo que en los próximos años provocará una crisis económica más profunda que la que ya estamos viviendo.