Mientras veía la película Che Guerriila 2a parte, protagonizada por Benicio del Toro y dirigida por Stven Soderbergh, basada en El Diario del Ché en Bolivia, recordé pasajes de los Evangelios; las secuencias del Ché por los caminos de Bolivia sanando enfermos, devolviendo la vista a un niño y pronunciando un peculiar sermón de la montaña.
Alguien así necesariamente deja una huella entre aquellos que lo vieron, lo saludaron, hablaron con él, lo ayudaron o recibieron su ayuda. No en balde hay en la región donde Ché intentó formar una guerrilla una espécie de culto a la Almita del Ché y los campesinos del lugar encienden veladoras frente a la efigie del Guerrillero Heroico.
En otra secuecia , la película recrea el diálogo entre un militar de rango boliviano y el Ché ya preso:
Militar:¿Cómo se le ocurrió hacer una guerrilla aquí? ¿No sabe que aquí ya tuvimos nuestra Revolución?
Ché: Sí y la vendió Barrientos.
M:¿no conoce nuestra Reforma Agraria?
C:¿Y ud. no ha visto como viven los campesinos?
M:¿Y por qué esos campesinos no creyeron en ud.?
C:Talvez porque creyeron sus mentiras.
M:¿no se da cuenta que aquí nadie lo quiere?
C:Talvez nuestro fracaso los haga despertar.
Y la leyenda se convierte en un legado de dos tesoros. El primero es la certeza de que no serán las élites económicas y políticas, esas que han provocado el grave detrioro social, económico y ambiental que vive el planeta y que desprecian a la gente de cuyo trabajo viven , las que han de lograr crear las condiciones para el desarrollo armónico de la vida humana. Tendrá que ser la gente y tendrá que ser por una vía pacífica , el camino de las armas se canceló con el sacrificio del Ché.
El otro tesoro del legado del Ché lo expresa mejor Don Adolfo Sánchez Vázquez:
El fracaso condena toda violencia política que lleva a él.(...)Ahora bien , nos preguntamos,¿basta juzgar esa forma de violencia instrumentalmente; o sea, por su éxito o fracaso en la realización de los objetivos que se proponian las guerrillas que recurrían a ella? En verdad, no basta, porque la política no puede reducirse a uno sólo de sus dos aspectos esenciales: el práctico-instrumental. Hay que tener presente también su otro lado: el de los fines y valores que pretende alcanzar, el contenido moral que los impregna y el que se pone de manifiesto en el comportamiento de sus actores-los guerrilleros-al tratar de alcanzarlos. y en este sentido es ejemplar la guerrilla de Bolivia y sobre todo , la figura de su jefe, el Ché Guevara. Treinta y tantos años después de su fracaso político-militar se mantiene viva la memoria de ésta guerrilla y sobre todo, la del Ché, no sólo por el contenido valioso de sus fines, impregnados de una profunda moral, sino también por los valores morales-heroísmo,sacrificio, solidaridad, coherencia, etc.- que pusieron de manifiesto sus combatientes en la lucha y que encarnó ejemplarmente con sus actos y su muerte el ché Guevara. No es casual que tras de tantos años, cuando las figuras más veneradas de la izquierda de otros tiempos-Lenin,Stalin,Mao- hayan desaparecido de la escena, la del Ché aparezca, una y otra vez, en todas las movilizaciones de la juventud rebelde y de los partidos y movimientos de izquierda. No es la estrategia del Ché en Bolivia la que trae su figura a ellas sino la grandeza moral que mostró en su lucha política .
Por último. Recibir un premio no le añade un ápice de calidad a una obra artística y por lo mismo , no recibirlo, tampoco le resta calidad. Por eso carece de importancia que las dos partes de la película del Ché no hayan sido nominadas al Oscar. Como tampoco tiene importancia que Arrancame la vida no figure en la terna para mejor película en la entrega del Ariel , ni que tampoco Daniel Gimenez Cacho haya sido nominado como mejor actor.
4 comentarios:
y por lo pronto, el capitalismo, va viento en popa, al igual que la desigualdad social.
Si una bestial crisis económica global es ir viento en popa...
ok, creo que lo compare contra los otros casi inexistentes sistemas economicos...
Te me adelantas porque estoy tratando de hacer un post sobre la alternativa actual al capitalismo.
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