Para mis occidentales entendederas , China siempre ha sido un concepto apasionante. Por ejemplo, en la Antigüedad , China llegó a tener los avances tecnológicos que le hubieran bastado para superar las hazañas de Alejandro Magno: el papel, la pólvora, la brújula , el estribo para montar, metalurgia con la que obtuvo aleaciones más resistentes que el hierro y el bronce europeos y tácticas de guerra superiores y tan efectivas que los vietnamitas las aplicaron hace tan sólo cuarenta años para derrotar a Estados Unidos; y a pesar de todo eso los chinos decidieron aislarse. Tal vocación autarquica se mantiene hasta nuestros días y en el compromiso olímpico que se echaron encima los chinos, está haciendo crisis.
China irrumpe en la economía mundial y se muestra capaz de producir cualquier cosa , desde pavadas hasta satélites o instalaciones nucleares y gracias a que todavía perviven restos del antiguo régimen comunista , se puede dar el lujo de bajar costos con base en mano de obra muy requetebarata, dicen algunos expertos que la actual crisis se postergó hasta nuestros días gracias a los bajos precios de los productos chinos que fueron como una especie de colchón para los procesos inflacionarios que ya se venían desarrollando desde hace años.
Pero la justificación del capitalismo es la libertad individual , rubro en el que China no saca ya no digamos 8.8, de plano ni de panzaso pasa , por eso un organismo trasnacional como el Comité Olímpico Internacional le dió la sede , para que los Juegos Olímpicos fueran punta de lanza para abrir este vasto país y está valiendo madre el invento porque la élite gobernante tiene muchos asuntitos pendientes , ya no es el grupo maoísta cuyos crímenes fueron purgados hace años , esta nueva élite tiene sus propios crímenes , por ejemplo el apoyo al gobierno genocida de Pol Pot en Camboya y la masacre de la Plaza Tienanmen.
¿Cómo puede reaccionar un gobierno así ante un proyecto como organizar unos juegos Olímpicos? pues con autoritarismo a lo bestia. Por ejemplo, sería muy desagradable que los visitantes vieran los cinturones de miseria que se han formado en los alrededores de Pekín y que por cierto desde las nuevas instalaciones deportivas se hacen más que evidentes. Solución. Arrasar los cinturones de miseria y poner pastito en su lugar, ni Rubén Figueroa lo hubiera hecho mejor. ¿Cómo contrarrestar las protestas que ante el aparador mediático internacional de los Juegos se están manifestando? Solución. Encarcelen a todos; ya van más de 50 mil chinos presos en pocas semanas. Y todavía hay más , como el bloqueo a INTERNET y la deportación de periodstas extranjeros.
3 comentarios:
Cada vez que un organismo con juridicción internacional llama la atención a China por sus abusos, ésta amenaza con la ruptura de relaciones comerciales. Los intereses de mercado pesan más que los derechos humanos.
Durante el transcurso de los juegos olímpicos el aparato represor cuidará de "mantener" al público.
oh!: "jurisdicción"! -me corrijo-
En otras palabras -el poder no se pide... se ejerce-
ni modo
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