Los políticos en México parecen enfrascados en una carrera para ver quien es capaz de más populismo penal; primero Calderón propone aumentar las penas a los secuestros como si esto inhibiera el crimen:
El secuestrador reflexiona de esta manera: Primero, la víctima no me va a denunciar; pero si acaso me denuncia la policía es tan ineficaz que no me va a capturar; pero si acaso me captura no se va a poder armar el proceso , pero si acaso se arma el proceso todavía me queda el recurso de sobornar a un juez y salgo libre
María Amparo Casar.
Con lo que la propuesta de Calderón vuelve a morir una vez resucitada. Pero del otro lado del espectro político también hace aire, Ebrard propone vigilantes ciudadanos voluntarios , uno por banqueta , chorromil en total ; entonces ¿ahora esos ciudadanos serán los encargados de cobrarle el entre a los policías?
Luego, da un teléfono para que los familiares de víctimas de secuestro se comuniquen directamente con el Procurador capitalino y a continuación el procurador recibe mil llamadas para preguntarle que si es en serio o es broma.
Pero los peores son los legisladores que dicen considerar la pena de muerte.
En primera la prohiben las leyes mexicanas, en segunda México ha firmado compromisos internacionales que la proscriben , en el número que sigue pero que debería ser el primero ,nadie tiene derecho a quitarle la vida a un ser humano y todo aquel que la propone la pena de muerte, que la exige y la vocifera en las calles en manifestaciones de blanco o iluminando México y los que la consideran y y los que eventualmente dotaran al Estado de tal arma y los jueces que la aplicaran y todo el que aceptara calladamente tal situación son tan asesinos como el verdugo que la ejecutara , es decir serían el que agarra la pata y por eso merecerían la pena de muerte que tanto anhelan.
1 comentario:
los vociferarantes en las calles en manifestaciones de blanco o iluminando son puros pirruris, no los peles
Yo digo que un plantón en el zócalo o polanco les caería bien
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