Celaya , se la haya limpia, tranquila , soleada y colorida. Un parquecito es su plaza principal , con setos de piracantos podados de manera que se reconocen figuras como un elefante, una tortuga , un águila devorando una serpiente ; esculturas vegetales. Claro los expendios de cajeta son entrañabes. El Palacio de Gobierno cuenta con murales de Octavio Ocampo que pinta imágenes elaboradas con otras imágenes , en las esquinas del Centro Histórico chilango se pueden comprar reproducciones de estas obras , son muy populares las de una calavera que en realidad es una mujer con una enorme cesta de pan (pan de muerto), en la cabeza.

Celaya de mis recuerdos. Cuando era niño veía a mis mayores emocionarse con el tango Volver y a mí no me importaba ,no me decía nada, nomás los veía de reojo y me iba a jugar canicas con mis amigos. Ahora cada que visito Celaya , si llego de noche , al vislumbrar desde la carretera sus lucecitas , en mi cerebro empeiezan a sonar las líneas de ese tango :
Ya adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor

Y tengo que emocionarme, y tengo que recordar a mis amigos de la infancia , a Varela. Varela. Era muy misterioso el Varela , una vez nos quiso dar la vuelta a Alonso y a mí , pero ya estábamos encima de él cobrándole los cuartos , ese juego de los niños en los que se propinan golpes cada cuarto de hora ."Cuartos de piña , si me pegas eres niña;Cuartos de mariposa si me pegas eres mi esposa".
Esa vez andaba muy inquieto. Es muy divertido ver a alguien que quiere deshacerse de uno y no lo quiere hacer bruscamente , es decir en vez de decir : "Mira ahorita tengo algo que hacer así que mejor te vas a la chingada" ; trata de hacerlo con diplomacia y uno que es cábula, simula no advertir la intención. Así estaba el Varela entonces .Me acuerdo que era un seis de enero , los Reyes ya habían repartido sus juguetes y Varela como pensando en otra cosa y nosotros no nos despegábamos de él , hasta que de plano nos lo dijo, "¡Ya cabrones , tengo que hacer algo y si quieren acompáñenme , pero si dicen algo me los madreo!"
Y acompañamos a Varela , que no tenía papá , pero que tenía cinco hermanitos a los que los Reyes no habían visitado ; lo acompañmos a la juguetería a preguntar por la mercancía dañada , la que ningún Reymago se llevó y que a esa hora ya estaba a precio de remate, lo acompañamos a comprar la pelota con un defecto en la pintura , la muñeca raspada de una mejilla, el carrito sin una rueda , para que sus hermanitos tuvieran Reyes. Varela , el pequeño padre sustituto.

Anécdota referida por Don Héctor Martínez Serrano en su programa de radio "Buenos Días"