Mucha gente murió peleando para hacer posible el México que ahora disfrutamos/padecemos, largo sería dilucidar si valió la pena que lucharan , algunos dirían que sí porque es mejor morir de pie que vivir de rodillas , otros dirían que a juzgar por los resultados hubiera sido mejor que hubieran intentado pasarsela más campechana y morir con más tranquilidad. El asunto es que en estos tiempos ya el patriotismo no es lo que solía ser , al menos cuando yo era niño y saludaba a la bandera , cantaba el Himno Nacional , me conmovía con la gesta de los Niños Heroes y contestaba El Grito frente a la tv con los correspondientes ¡Viva!
Ya no se siente así el patriotismo , al parecer no comparto ese patriotismo que siente tanta gente sólo cuando juega la Selección Mexicana de Futbol, hoy en la noche comeré pozole, escucharé música de mariachi, beberé tequila pero no encenderé la tv, ya sé que saldrá Aquel a cumplir el ritual , como si sus antepasados ideológicos no fueran los conservadores que estuvieron en contra de todo lo que hoy y el 5 de mayo se conmemora.

Las mejores definiciones sobre lo que hoy siento respecto a la Patria las he encontrado en poema de José Emilio Pacheco y una canción de Silvio Rodríquez, ya en otras ocaciones las he compartido con mis contertulios internéticos , pero como no las he puesto en este blog, aquí las pego;
No amo mi Patria. Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal) daría la vida
por diez lugares suyos, cierta gente,
puertos, bosques de pinos, fortalezas,
una ciudad deshecha, gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
(y tres o cuatro ríos).
Alta Traición. José Emilio Pacheco.



Hoy mi deber era cantarle a la patria
alzar la bandera, sumarme a la plaza.
Hoy era un momento más bien optimista ;
un renacimiento, un sol de conquista.

Pero tu me faltas hace tantos días,
que quiero y no puedo tener alegrías.
Pienso en tu cabello que estalla en mi almohada
y estoy que no puedo dar otra batalla.

Hoy yo que tenía que cantar a coro
me escondo del día, susurro estoy solo.
¿Qué hago tan lejos dándole motivos
a esta jugarreta, cruel, de los sentidos?

Tu boca pequeña, dentro de mi beso
conquista, se adueña, no toca a receso.
Tu cuerpo y mi cuerpo cantando sudores,
sonidos posesos, febriles temblores.

Hoy mi deber era cantarle a la patria ,
alzar la bandera, sumarme a la plaza
y creo que, acaso, al fin lo he logrado
soñando tu abrazo, volando a tu lado.
Hoy mi deber. Silvio Rodríguez.