Descalificar a quienes no piensan como nosotros delata nuestra incapacidad de presentar argumentos: Renegados, chachalacas, peligroso, pelele, acomplejados , espurio, no son más que descalificaciones que sustituyen el necesario debate de las ideas y cuyo uso perpetua el primitivismo político de quien las emplea pues no pasan de expresar un estado de ánimo y si al principio sirven de vehículo para el deshaogo , muy pronto se evidencia lo estéril de tal .

En este espacio en el que ha sido posible para mí ejercer mi derecho a la libertad de expresión , me he cuidado en lo posible de referirme a aquellos contrarios a mi forma de pensar con descalificativos , aun cuando podrían ser justos como en el caso de Calderón , a quien efectivamente considero espurio porque fue colcado en un cargo por vias extralegales , de tal forma que hasta el mismio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reconoció las irregularidades del proceso a pesar de haberlo validado en su dictamen; y también es un pelele pues sirve a intereses ajenos a la Nación . Para evitar el fácil desahogo sólo me he referido a él por su primer apellido .

Mas ahora, cuando el susodicho ha usado todo el poder que le da encabezar el Gobierno de México para manipular los hechos en los que una anciana nahua de Zongolica falleció, con el fin de que su palabra sea la que prevalezca como La Verdad, cuando envió al Estado de Veracruz a operadores políticos de la Secretaría de Gobernación a negociar una salida con el gobernador , cuando compró el silencio de los familiares de Ernestina Asencio otrorgándoles casas , bicicletas y espejitos, cuando pretende actualizar para México la realidad orwelliana y ordena a la Procuraduría Veracruzana el doblepensar y ordena desaparecer pruebas y cerrar el expediente de Ernestina Asencio para borrar de la memoria colectiva el abominable crimen que la misma víctima denunció, cuando vuelve a la carga con las técnicas nazis de presentar una mentira monumental a la población para provocar el pasmo, la inmovilización y la duda general de cuá es la realidad, entonces el susodicho me releva de la urbanidad de brindarle la atención de llamarlo por su nombre y como no quiero incurrir en la descalificación estéril ¿Cómo deberé referirme en adelante a aquel cuyo nombre prefiero olvidar?