En su campaña Calderón prometió continuidad, en la Presidencia lo cumple con los recortes presupuestales a Educación, Cultura y Ciencia , que han sido el reflejo condicionado del proyecto transexenal que se inicia con el gobierno de Miguel de la Madrid y que amenaza con
prolongarse 30 años más.

Cuando se estaban realizando las negociaciones entre Canadá, Estados Unidos y México,para firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cada uno de los paises quería mantener a resguardo un renglón que consideraba estratégico. Estados Unidos (creo) defendió el asunto de reservarse su derecho de admitir trabajadores migratorios , México defendió el asunto del petroleo y Canadá defendió la cultura.
Los aficionados a la Economía que se avientan a transmitir programas de radio sobre el tema , no entendieron entonces (y supongo que hasta el día de hoy todavía no lo entienden), el por qué de esa actitud de Canadá , ¿Es la cultura algo que merezca la pena ser preservado en el articulado de todo un Tratado de Libre Comercio?

Indudablemente, si hay algo que cree riqueza es la cultura , eso lo entiende la clase dirigente de Canadá y de paises como Alemania o Francia , pero no la clase política de México , especialmente Calderón y compañía (aunque tampoco lo entiende bien López Obrador a juzgar por los brutales recortes que aplicó al rubro de la difusión cultural durante su gobierno en la Ciudad de México y que le valió la renuncia de Alejandro Aura como encargado de del Instituto de Cultura, aunque sí creó una universidad que es más de lo que Fox hizo al respecto).

La cultura genera creación artística , que se traduce no sólo en mercancias , que es algo que sí entienden los fundamentalistas de la economía de mercado , sino además en derechos de autor que generan grandes ingresos . La creatividad también genera tecnología , que se traduce en patentes altamente rentables y más producción con menores costos. Increiblemente eso no lo entiende la clase gobernante , y deja para a ver cuando la inversión en cultura , educación y universidades públicas en un afán de convertir los derechos del pueblo como la Educación , la Cultura , la Salud y la Seguridad Social en mercancías que queden en manos de los jefecitos lindos de Calderón y contlapaches.

El porceso de transformación de los derchos del pueblo en mercancías es el mismo que se ha aplicado para la desincorporación de la industria paraestatal. Primero , se parte de la falacia de que todo proceso productivo en manos del Estado es ineficiente y produce pérdidas porque se contamina de burocratismo y corrupción , por lo que hay que dejárselo al sector píublico que sí sabe como hacerlo.
Segundo, se deja de invertir en esos sectores para acelerar el proceso de deterioro y que cada vez sea más notoria la ineficiencia a los ojos de la sociedad , de tal manera que sea ésta la que clame por la privatización con tal de que los servicios se vuelvan más eficientes .Tercero , se ablanda al sindicato de marras y cuarto se entrega a precio de remate la empresa paraestatal a los empresarios consentidos
del régimen en turno.
Eso ocurrió con los bancos , y con Teléfonos de México ,y que quien diga que bancos y TELMEX son hoy más eficientes que cuando eran paraestatales que se arroje la primera piedra en el hocico por pendejo y hablador.
Ese mismo proceso está ocurriedo con la Educación , las universidades y el Seguro Social; además otro enemigo de la cultura y la educación pública es la ultraderecha , puntal del presente régimen, que considera peligroso el que la población deje de ser ignorante.