La genialidad de Calles y Obregón , los fundadores del sistema político mexicano vigente hasta el año 2000 y talvez hasta hoy, consistió en mediatizar la lucha por el poder dentro de un sólo instituto y con unas reglas singulares no escritas que permitieron a las facciones de la lamada Familia revolucionaria establecer una dinámica política libre de la injerencia de factores ajenos.

Factores tales como la Iglesia Católica que tuvo que contentarse con actuar como grupo de presión a través de movimientos como los cristeros ,el sinarquismo y el panismo , o como Estados Unidos que con dar el visto bueno a los presidentes y los programas de gobierno se daba por satisfecho , o como la Unión Soviética que no pudo ejercer su vocación injerencista más allá de dictarle el guión a un pequeño grupo
de intelectuales atejonados en el Partido Comunista Mexicano y que nunca logró infiltrar con eficacia el feudo y pilar del priismo llamado movimiento obrero.

El movimiento obrero en México no era la organización de los obreros en busca de mejorar sus condiciones de trabajo , era un sistema corporativo de control de tales obreros y de chantaje a los empresarios. Era dirigido directamente por el gobierno .Durante muchas décadas el cacique Fidel Velázquez aseguró tal control al servicio de el priismo.

Todo intento obrero por establecer una acción independiente del corporativismo priista fue brutalmente reprimido , Gustavo Diaz Ordaz fue particularmente sanguinario en este aspecto , primero como Secretario de Gobernación en el sexenio de López Mateos en contra del gremio ferrocarrilero y de maestros y lugo como presidente en contra de los médicos y claro de el movimiento estudiantil de 1968 que tenía una importante presencia obrera.

El movimiento estudiantil tuvo como uno de sus resultados la creación de organismos obreros independientes como el sindicato universitario y la Coordinadora de Trabajadores de la Educación , pero la maquinaria corporativa era eficiente y tales intentos sucumbieron ante medidas como la cooptación y el charrismo.

Cada facción de la Familia Revolucionaria tenía presencia dentro de los sindicatos más poderosos del país , por ejemplo el gremio azucarero es feudo de la familia obregonista de los Aaron Saénz y así es posible ir rastreando los vínculos de los sindicatos con el poder, un sidicato que por sí mismo adquiró una fuerza descomunal fué el sindicato petrolero que debía su existencia al cardenismo , por lo que había entre este sindicato y esa corriente política un fuerte vínculo de lealtad. Cuando el cardenismo decidió romper con el priismo y se lanzó a luchar por la presidencia en 1988 recibió apoyo encubierto del sindicato petrolero con su cacique Hernández Galicia a la cabeza. Esto fue una afrenta para Salinas de Gortari que en cuanto llegó al poder lo primero que hizo fue encarcelar a Hernández Galicia y poner a la
cabeza del sindicato petrolero a un personero suyo. El movimiento obrero gruñó pero Salinas de Gortari les mostró el puño y Fidel Velásquez bajó los ojitos tras sus lentes oscuros.

Qué tiempos aquellos en los que el presidente podía meterse en la vida interna de los sindicatos y limpiarse el culo con ellos , no como ahora en que Vicente Fox después de asegurar y recontrajurar que esos tiempos se acabaron y que ahora hay libertad sindical intenta golpear a un cacique minero y todo vale para pura chingada.

Bueno ¿y para que meterse con el cacique minero ?, no ps , es que los sindcatos siempre han sido una fuente de financiamiento para los candidatos priistas y según informes de pendejez (perdón de inteligencia) Napoleón Gómez Urrutia y Roberto Madrazo ya estaban apalabrados para la actual campaña , así que había que cerrar la llave de esa fuente madracista pero lo hizo con tal torpeza Vicente Fox y su
secretario del trabajo que es el momento en que no pueden parar la bronca y hoy se tiene programado un paro laboral en apoyo al cacique minero.

Por lo demás lo que duele es la muerte de los chavos en SICARTSA , digo morir por un cacique sindical, mejor me bajo a las vias del metro por una moneda de diez centavos.