Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan

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lunes, 6 de marzo de 2006


Con cita a Monsivais , Carlos introdujo aquí el tema. Y aquí voy yo a a hacerme bolas en ese pantanoso asunto:

La política es el arte de gobernar.En la acción de gobernar concurren dos actores : el gobernado y el gobernante. Si el gobernado no acepta al gobernante , no hay gobierno posible ; por lo tanto la política la hacen dos actores: el que gobierna y el que se deja gobernar. Cada acto de los seres humanos es político porque se inscribe dentro de un sistema de gobierno: apoyándolo si acata las disposiciones del gobernante o contradiciéndolo si no lo hace.

Entonces , en cada acto del gobernado hay una legitimación o una descalificación del gobernante. Por lo tanto , el gobernado , mediante el acatamiento o no a su gobierno , expresa su deseo de ser gobernado de tal o cual manera; es a lo que se llama voluntad popular. Es parte de las funciones de los políticos profesionales ( es decir el sector de la sociedad que se dedica a la política como medio de vida y no como el resto que hace política por ser parte del sistema gobernante-gobierno-gobernado), pulsar, reconocer, tantear constantemente esa voluntad popular; y lo tiene que hacer si quiere seguir siendo gobernante , de otra manera sobreviene su destitución mediante la violencia revolucionaria o por otro cauce.

La sociedades modernas están compuestas por minorías ,todos pertenecemos a una . ¿Cuál de todas las minorias detenta la voluntad popular? ¿A quien debe escuchar el gobernante? El cálculo político indica que debe escuchar a aquella minoría que tenga la mayor capacidad de destituirlo y ésta es siempre la minoría poseedora de los medios de producción. Así lo diagnosticó Margaret Thatcher , y en consecuencia , para esa minoría se gobierna .

La minoría poseedora es la única que por sí sola puede quitar y poner gobiernos , pero para legitimarlos requiere la anuencia de las demás minorías o por lo menos de la mayoría de las minorías ( empiezo con las bolas ¡chale!). Para lograr tal anuencia recurre a los medios de comunicación masiva , que en realidad no comunican sino que acondicionan ideológicamente a las minorías .

Un día las minorías se volvieron muy ruidosas e hipersensibles, y hacían notar su disgusto por la forma como se referían a ellas en los medios de comunicación y en los de entretenmiento, las mujeres organizadas bajo la bandera del feminismo , las minorías raciales , las religiosas , las minorías económicas , es decir , negros , judíos , etc.

No menealle recomendaba Sancho Panza a su señor Don Quijote .No hay que provocar gratuitamente a las minorías, hay que usar entonces un lenguaje políticamente correcto , para que , en lo posible , nadie se sienta ofendido y retire su apoyo a la minoría poseedora.

Entonces , el lenguaje políticamente correcto se volvió moda, todos lo usamos si no tenemos una fobia específica , es decir los nazis no usan lenguaje políticamene corecto para referirse a los judíos , o los machistas a las mujeres o Fidel Castro a Estados Unidos.
¿Usar el lenguaje políticamente correcto o no usarlo indica nuestra posición ideológica? Don Jesús Reyes Heroles (el padre , por suspuesto), diría que sí , que en política la forma es fondo. Pero hay quien cuestiona esto , y asegura que el lenguaje polítivamente correcto sirve para ocultar la verdadera naturaleza ideológica de quien lo usa. Por eso se ha convertido en un insulto ser políticamente correcto.

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