Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan

.

miércoles, 1 de febrero de 2006


El mundo es un espacio demasiado amplio para sentirse parte de él. O tal vez un individuo es un ser demasiado pequeño para sentirse seguro fuera de los 40 cm2 que ocupan sus pies.

Al parecer fue Alfonso Reyes uno de los primeros pensadores que no reconoció
fronteras para sí y se declaró ciudadano del mundo
Después otros más han hecho lo mismo:
Imagine there's no countries...
Pero el ser universal no es algo muy común, talvez porque para ello se requiere de gran inteligencia y sabiduría. La regla entre los hombres , más bien , es ser localista .
Es posible que la mayoría de las personas perciba las fronteras de su país demasiado separadas como para estar seguro dentro de ellas , por lo que otorga mayor lealtad a su regionalismo que a su nacionalismo.
Pero talvez su región o estado no lo arropa tanto como la población en que vive y ésta a su vez no tanto como su barrio y el barrio no tanto como su vecindario y éste no tanto como su calle y ésta no tanto como su casa y su casa no tanto como su habitación y ésta no tanto como su sillón favorito y éste no tanto como su frazadita o su osito de peluche.

Tenemos entonces que actitudes excluyentes como el nacionalismo , el chovinismo y la xenofobia surgen de el sentimiento de desamparo con el que nacemos todos . Tal sentimiento debería desaparecer paulatinamente con la educación y la madurez que proporciona la vida en sociedad ,y ser susitituido por la de ser individuos seguros de si mismos y de su propia valía. Pero es evidente que no siempre se consigue y persiste un sentimiento de estar en desventaja con todo lo que esté más allá de
nuestra piel .

Nos sentimos amenazados ante el otro y para compensar este sentimiento de inferioridad nos volvemos hostiles al mismo tiempo que buscamos integrarnos a un grupo ; no para vincularnos en libertad y con salud mental a la vida social , sino para subsanar nuestra pretendida debilidad y sentirnos protegidos por el rebaño. Entonces trasladamos nuestra identidad al grupo : somos en tanto que formemos parte.
Pero hay que reafirmar cotidianamente nuestra pertenencia , tenemos que confirmarle al grupo que estamos dentro de él , para que la banda siempre nos haga el paro machín. Es decir , para que nos proteja , protejemos al rebaño.
Tal confirmación se realiza mediante rituales :
¿Cómo no te voy a querer..?
Desde gritar a todo pulmón porras a nuestro equipo favorito , hasta rendir honores a la bandera : símbolo de la colectividad a la que nos adherimos.

Mientras más radicalizados sean las actitudes excluyentes , más inferior se siente quien las tiene . Porque sabe y al mismo tiempo se niega a si mismo ,que el otro es más capaz. Cuando una persona tiene plena conciencia de su propia valía , puede vincularse libremente , con salud mental y seguridad con los demás, puede aceptar las formas distintas de ser , es respetado porque respeta a los diferentes .

Un ejemplo es la homofobia. El homófobo lo es porque tiene miedo , no del homosexual , sino de ser él mismo homosexual , por eso tiene que reafirmar cotidianamente su pertenencia al grupo heterosexual y mientras más miedo tiene , más radicaliza su reafirmación hasta llegar al machismo. El homófobo se sabe homosexual y al mismo tiempo se niega a sí mismo serlo. Si tuviera plena certeza de ser heterosexual no tendría porque incomodarlo la presencia de una loca (no de un
homosexual propiamente , pues son más bien las locas quienes hacen estridencia sobre su condición homosexual).
Algo así sucede con la lealtad a ultranza al rebaño.

2 comentarios:

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

De la INFONA ese, chimalpopocos, somos pocos pero locos, vato. ¿Que me ves güey? ¿Me estas diciendo puto?

Indio Cacama dijo...

No , yo no carnal , fue aquel , ¿ya lo viste? Mejor échate una jetita , descansa . Cierra bien el clóset.

Temas afines que se han publicado en este blog:

Related Posts with Thumbnails