Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan

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sábado, 28 de enero de 2006


Hace diez mil años (mil más mil menos ¿qué son? además creo era martes), el troglodita Ugh explicaba a Pugh el plan para conseguir la cena. El diálogo se pronunció en una lengua (pero si por supuesto), antigua e incompleta , plagada de sonidos guturales y aderezada con ademanes y muecas ; por lo que es difícil reproducir aquí la versión original. Así que voy a permitirme hacer esta traducción libre:

-A ver troglodita, lotro dia te dijimos que esperaras al mamut y no se padonde te juiste , el pedo fue que por eso se nos escapó.
-Troglodita tu abuelo wey.
-¡Ay sí! ¿qué, muy cevilizado? Ps si aquí todos estamos bien pinches salvajes wey.
-Ps también me dicen esperalo allá y luego me salen con que agarrarón pallá.
-por eso wey. Mira ¿ves esa piedra?
-No mames troglodita , pero si aquí namás hay puras piedras . ¿De qué piedra hablas?
-De esa chiquita.
-¡Berga! No ps no , no la veo.
-¡Esa wey!
-No.
-A ver ,¿no te digo que estas bien pinche troglodita? Mira allí donde quede clavada mi lanza.
Acto seguido Ugh arrojó su lanza para marcar el sitio por donde Pugh debía ahuyentar al mamut y dirigirlo a la cienega donde quedaría atrapado y a merced de la horda troglodita. La lanza se clavó en el terreno y de esta manera Ugh estableció el origen de lo que después se llamaría bandera.
Pugh se quedó dormido y el mamut escapó . En la noche tuvieron que ir a comer taquitos para cenar.

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