Para que Claudia Sheimbaum entregue la Presidencia faltan
Para que Claudia Sheimbaum entreue la Presidencia faltan
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domingo, 7 de agosto de 2005
13.700 millones de años
Texto de Daniel Adrián Madeiro
“Una vida sin reflexión
no es vida para un hombre”
Platón
El 12 de Febrero de 2003, en la sección Tecnología y Ciencia
del portal de la CNN en Español apareció una nota de José
Pérez Firmat titulada: “Científicos determinan la edad y la
composición exacta del universo”.
Con datos provenientes del satélite WMAP, diseñado por la NASA
y la Universidad de Princeton, se constituyó una foto del
universo reflejando el instante en que comenzó a haber luz,
380 mil años después del Big Bang.
Este elemento y otros más, permitieron a los científicos
determinar que el universo tiene 13.700 millones de años, con
un margen de error no mayor al 1 por ciento.
Teniendo presente que los datos obtenidos se refieren al
momento del nacimiento del universo, se realizó una proyección
que calculara como se vería hoy. Se obtuvo una imagen
concordante con la realidad actual. Los datos son exactos.
También se sabe que el destino del universo es seguir
eternamente en expansión.
Por último, mi atención se detuvo en la descripción de su
estructura: 4% de materia conocida; 23% de materia fría
oscura, que no interactúa con la luz, sobre la cual se sabe
muy poco y se conoce su existencia sólo porque ejerce
gravedad; y un 73% de lo que se denomina “energía oscura” y
sobre la que nada se sabe.
Entendí que, aún en la inmensidad de conocimientos que
conllevan disciplinas tales como la cosmología moderna o la
física cuántica, por ejemplo, es muchísimo más lo que resta
por saber que lo sabido.
No obstante, con la información a la que tenemos acceso nos
alcanza para comprender que: Somos entidades formadas con la
misma materia del universo y, de alguna forma, existimos hace
ya 13.700 millones de años.
Si bien conocer el 4% de la materia total que compone el
cosmos implica el manejo y comprensión de miles y miles de
datos, debemos reconocer que es una cifra menor frente al 96%
que prácticamente se desconoce.
Uno podría decir que sabemos poco en cuanto a esto o que resta
mucho por saber aun. Pero sin duda coincidimos en que cuando
la inteligencia y la constancia trabajan unidas, se alcanzan
logros maravillosos.
Hace alrededor de 2600 años un viejo sabio, Lao Tse, escribió
en el primer capítulo de su tratado lo siguiente: “La
no-existencia es anterior al cielo y a la tierra” (Tao Te
Ching). ¿Fruto de la casualidad o de una profunda reflexión?.
Antes del Big Bang ¿Qué había?. ¿Dónde está DIOS en este
asunto?. Más allá de la innegable certeza, frente a esto, de
estar ante un hecho natural, ¿Qué nos impediría creer –no
asegurar- que DIOS es lo anterior al Big Bang?.
Me parece que las respuestas deben ser individuales, todas
respetuosas y todas respetadas. Esta es la vocación de mis
palabras. Sólo una opinión dicha desde el respeto que siento
por la libertad de expresión.
A medida que los conocimientos científicos van avanzando, la
religión –al menos en occidente- se muestra interesada en
explicar sus enunciados sobre la creación frente a lo hechos
concretos y visibles de la ciencia.
¿Es necesario esto?. ¿Por qué hay expositores dedicados a
mostrar que lo que la ciencia dice hoy es lo que su fe decía
ayer de manera menos evidente?. Pensemos en la cita del Tao Te
Ching transcripta más arriba, para tomar un ejemplo no
vinculado a las religiones de occidente: ¿Por qué ocuparse en
pretender que los dichos de Lao Tse se muestran hoy cimentados
por el conocimiento científico?. O ¿Por qué, desde allí,
afirmar que esto evidencia que el autor exponía perfectamente
la realidad del universo ya en su tiempo?. ¿Hace falta?. Aun
podríamos preguntar algo más: ¿El autor, querría eso?.
Ante esta última proposición nos enfrentamos al hecho que los
expositores a los que hago referencia generalmente alegan que
el autor de sus escritos es DIOS.
Pongamos por caso que así fuera. Aun nos queda la pregunta:
¿Por qué justificar a DIOS?. Siendo DIOS un autor altamente
capacitado: ¿Cómo se explica que su mensaje no sea
irrefutable?. ¿Cómo comprender que como un anciano no avanza
sin bastón, el ser más perfecto del universo también necesite
apoyarse de alguna forma en nosotros?. Si de algún modo sus
mensajes estuvieran cifrados, presentando a los lectores
contemporáneos a su manifestación una apariencia de las cosas
que en el futuro se descubrirían diferentes, ¿Por qué no
ordenar que se escriban fórmulas y enunciados ininteligibles
para sus primeros destinatarios que hoy resultaran clara e
incuestionable muestra de un conocimiento superior imposible
en su tiempo de origen?.
¿Y si mañana todo ese esfuerzo por encontrar coincidencias
entre los escritos sagrados con los conocimientos científicos
se vieran afectados por descubrimientos opuestos, Qué
escucharemos decir?.
Los que creemos que DIOS existe ¿Estamos buscando a DIOS o
agotando explicaciones sobre la validez de nuestros sistemas
de creencias?.
DIOS nos libre de la mentira.
Me parece que esto no puede ser contestado verazmente sin
honestidad.
Esto no significa en absoluto un apoyo a tendencias
cientificistas. No se trata de cambiar a DIOS por la ciencia.
En cualquier extremo hay un abismo.
Sin ninguna cuota de vanidad, pienso que todos los avances
científicos y tecnológicos de estos últimos decenios, todo
este inmenso aporte de la inteligencia humana a favor del
conocimiento del hombre y su entorno, tiene que permitirnos
ver más allá de nuestras propias narices.
Todas las personas pueden reconocer sin dificultad la falta de
sustento de muchas creencias en el pasado. Ya no quedan
adoradores de Atón o de Zeus. Y no nos resulta extraño.
Pero, ¡Ay!, ¡Qué difícil es tener el valor de revisar nuestras
propias certezas!.
¿Dónde hay un ferviente simpatizante del equipo tal que no
asegure que el arbitro cobro mal, que no hubo suerte o que su
equipo merecía ganar, por ejemplo?.
¿Qué quiero decir?. Lo que diré sólo es válido para los que
creen en DIOS, porque de eso estoy hablando. Digo que DIOS es
superior a cualquiera de nuestros sistemas de creencia. Digo
que DIOS está por encima de todas nuestras polvorientas
concepciones de divinidad y creación. Digo que DIOS vería con
agrado que reflexionemos sobre si deseamos ser sujetos que lo
adoran o sujetos que lo piensan profundamente antes de
adorarlo.
Millones de años desde que el mundo existe. Cientos de miles
de años desde que existe el hombre y aun DIOS sigue siendo, de
algún modo, como ese 73% de energía oscura sobre la que no
sabemos nada.
DIOS nos libre de toda forma de mentira.
FIN
de
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