.
.
¿Qué se va a acabar primero?
martes, 21 de junio de 2005
A veces ocurre que algo que los hombres tenemos en gran aprecio ; la erección, nos llega en un momento inoportuno , por ejemplo cuando viajamos en el transporte público , o cuando estamos cómodamente sentados en un mullido sillón , disfrutando de la conversación con nuestros amig@s en una reunión . Al parecer esto sucede porque estamos tan relajados que la sangre empieza a fluir de manera natural y sin que medie exitaci�n sexual alguna, hacia el pene y ¡bingo! ¡despertó Pancho!
En otras circunstancias esto sería motivo de contento por ser la garantía de que todo funcionará bien para pasar un rato agradable, pero no en situaciones como las arriba mencionadas.
Resulta muy embarazoso tener que ponerse de pie si al hacerlo tendremos una tienda de campañaa abajo del cinturón. Hay una técnica , que me ha dado resultado para que el bajo vientre recupere la paz. Se trata de pensar en algo totalmente ajeno al sexo, por ejemplo pensar en la fotosíntesis , tratar de recordar todo lo que sabemos sobre ese proceso bioquímico y... ¡da resultado! en pocos instantes puede uno levantarse de su asiento tranquilamente sin pasar bochorno alguno.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
Yo tarareo el himno a la alegria...
un momento... no se si debiera estar contestando esto ¬¬
Eso es lo bueno de ser asexuado y reproducirse mediante esporas. Si tuvieran esporas como yo, serían tan felices y sexies como yo...
ESPORAS!!!
Por otra parte, es muy triste saber que nunca voy a sentir rico cuando mis esporas caen sobre otra plantita... =(
Joder, qué idiota soy.
pssss, hombrecitos, apliquen la de amarrarse el amiguito en la pierna como el Principe Alberto.
Sean elegantes, distinguidos y pasen desapercibidos.
Pero la técnica del príncipe Alberto trae como concecuencia patadas involuntarias.
pero si no duele no funciona...
Elegancia, Elegancia =D jajajaja
Publicar un comentario