Los apologistas del la ley del más fuerte suelen apoyarse en el funcionamiento de la naturaleza para presentar como una realidad justa que un pequeño grupo domine, someta , oprima y explote al resto de la humanidad.
Tal vez estos apologistas tienen razón , tal vez sí es justo que los más fuertes, por ser fuertes, tomen de los más débiles lo que necesiten; al menos así ocurre en el medio natural. El león cobra presa entre los búfalos que no pueden correr velozmente porque son pequeños o muy viejos o están enfermos o heridos; a esto se le llama Selección Natural y sirve para que cada vez nazcan individuos más fuertes , más sanos y la especie prospere y no se extinga.
La ley del más fuerte tiene su aplicación también de manera intraespecífica , es decir, no sólo en la relación depredador–depredado, sino dentro de cada especie. En el grupo se forman jerarquías con el criterio de qué individuo es el más apto, y éste el que obtiene las mejores porciones de alimento, el que tiene la mejor guarida y se aparea primero con las mejores hembras.
Así ocurre con en todas las especies cuyo desarrollo evolutivo ha encontrado ventajosa la organización social, tal como los primates, entre los que se encuentra el ser humano.
Fue gracias a esta capacidad organizativa que el ser humano pudo sobrevivir alejado de los bosques tropicales donde se quedaron nuestros parientes simios, organizándose para acosar a sus presas y matarlas pudo suplir las carencias físicas que le impedían competir exitosamente con otros eficientes cazadores como los cánidos y los felinos.
Y hete aquí que al paso de muchos siglos sus formas organizativas fueron perfeccionándose hasta lograr la formación de instituciones como el Estado, la Ley, la Religión, etc. Instituciones que, para los fans de la Ley del más Fuerte, son flagrantes violaciones a tal ley, pues, dicen, están hechas para proteger a los débiles y conculcar el legítimo derecho del fuerte de despojar al débil.
Volvamos al ejemplo del león. El melenudo corre tras su presa, suda, se agita, corretea la chuleta y cuando por fin la tiene llega la pandilla de las hienas y sin más ni más dice “prexta mi rey” y sin sudar se quedan con la carnita ¿Qué hace el león? Apechuga y abandona su alimento legítimamente obtenido. En cien combates cuerpo a cuerpo entre una hiena y un león, podéis apostar por el león, siempre va a ganar, ¿entonces por qué el león se deja despojar por las hienas? Porque éstas, sumando sus debilidades se han hecho fuertes, más fuertes que el león y reclaman su legítimo derecho de despojarlo.
Dentro del medio humano, a este hecho se le llama Revolución y a través de la Historia han ocurrido periódicamente, los débiles se unen, se organizan y acaban con su opresor. Naturalmente esto no simpatiza al más fuerte, o mejor dicho; al más apto, la verdad es que se trata del más oportunista, que es otra estrategia que se aplica en la naturaleza para sobrevivir.
¿Qué hace el grupo dominante para evitar las revoluciones? Inventa instituciones como el Estado, la Ley y la Religión, de esta manera, mediatiza la inconformidad natural de los oprimidos. Digo inconformidad natural porque la ley del más fuerte jamás ha sido aceptada de buen grado por los débiles. Es así que , si el “más fuerte“ quiere seguir en su sitio , debe otorgar pequeños dones de vez en cuando a los “débiles“ que en realidad son los más fuertes y tienen el legítimo derecho de aspirar a poseer lo que posee el “fuerte”, si se unen y se organizan...
Reconocimientos:
Reconozco que debí poner en este post las debidas citas a Platón (Gorgias o de la Retórica), a Charles Darwin, Desmond Morris, Nietzsche y Marx.
2 comentarios:
cámara estoy revisando los viejos posts...son cuarto pa las doce del jueves y no tengo nada mejor que hacer.
la neta esta muy chida y te salio muy natural la hilación de don Platón hasta Morris, y creo que vamos bien. en verdad todos ellos se basarían en lo supuestamente natural (Platón saca la dicotomía nomos/physis, i.e. ley/naturaleza, pero psss), pero yo creo que podemos extender la crítica a eso de la ley del más fuerte más allá de eso.
Yo creo que podemos ir antes de la pregunta por la justicia y preguntar qué es lo que entendemos por fuerte y por débil. ¿Lo físico? Obviamente no, porque entonces tendríamos que conceder que Stephen Hawking es más débil que un luchador de la AAA, lo cual es una estupidez por donde se le mire -nadie querría una sociedad sin inteligencias, dominada solamente por fortachones. ¿Lo mental? Creo que tampoco, porque no se necesita un IQ de 250 para ser cargador en la central de Abastos, pero sí se necesita músculo. Y se necesitan trabajadores musculosos. ¿Lo económico? Creo que tampoco, porque a ningún empresario le gustaría quedarse sin trabajadores pobres. Pues si los de bajo nivel económico fueran catalogados como débiles, entonces, si aceptáramos la Ley del mas fuerte, entonces ellos deberían ser borrados del mapa. Pero nadie querría que Hawking, el cargador o el que barre las oficinas desaparecieran del mapa.
Creo que, sin apelaciones a lo natural, estos criterios pragmatistas deberían ser suficientes para rechazar de plano la mencionada Ley.
La táctica adjunta a ésta sería preguntar porqué consideramos poderosos-fuertes a algunos individuos, p.ej. a aquéllos contra quienes surge la Revolución. Creo que podríamos definir muy bien términos como "dominio" o "control" o "poder", sin que, de ahí, se siguiera que ellos son "fuertes". Consideremos la siguiente definición de poder:
Poder= Tener la facultad de influir significativamente sobre las situaciones de otros, mientras que los otros no influyen significativamente sobre la situación de uno.
¿Tiene poder, p.ej., el presidente? Sí, porque puede influir en mi vida si mañana dicta toque de queda. Pero yo no puedo influir en ese nivel en su vida. De aquí alguien diría: entonces se sigue que el presidente es fuerte, y, según, la Ley del más fuerte, tiene derecho a aplastarte, pues eres el débil. Sin embargo, podríamos mostrar, como se ve en tu post, que un movimiento social, armado de los supuestos débiles, es más fuerte que el supuesto fuerte, y tiene entonces derecho de aplastarlo. Pero entonces los dos derechos se contraponen. Luego, "fuerte" y "débil" como hemos venido discutiendo, quedan relativizados y no aptos para juicios morales. Necesitan ser mejor argumentados.
Podríamos además preguntar porqué es que debemos tomar "lo natural" como un base de criterios/juicios éticos-morales, y argumentaríamos que es una falacia naturalista.
chale, momentos así me hacen extrañar el foro. jeje.
Muy buena tu observación Carlos. Por cierto este post lo puse en el foro y don Laceneire dijo que lo del león y las hienas no tenía ni pies ni cabeza.
Eso de Hawkins me recuerda el comentario de TSAdHE sobre que no deberíamos cuidar de los discapacitados , yo sólo acerté esa vez a decir que los discapacitados aportan humanidad a su cuidador , pero lo que tú dices es muy cierto , la experiencia nos demuestra que al ser suplidas las carencias físicas por otras habilidades las personas pueden aportar mucho más de lo esperado.
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