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¿Qué se va a acabar primero?

martes, 22 de diciembre de 2009

Dias aciagos

Tengo la impresión de que en los días previos a la Navidad se producen terribles tragedias, por ejemplo fue en esos días que ocurrió la masacre de Acteal, otro ejemplo podría ser el tsunami que se produjo en las costas de Indonesia, y ayer nos despertamos con la mala noticia de el asesinato del marinero que murió en el enfrentamiento en el que abatieron a Beltrán Leyva.

No es de esperar que el crimen organizado esté integrado por guerreros caballerosos y respetuosos de las leyes de la guerra, ya sean las de los Convenios de Ginebra, o ya de perdis los de la Cosa Nostra, que en cualquiera de esos códigos se procura mantener a salvo a la población civil como sería el caso de la familia del marinero Melquisedec Angulo Córdova; digo, sería ingenuo esperar algo así de esa gente.

Lo que sí se esperaría es que las autoridades de este país no se la jalaran; si envía a los marinos a combatir con el rostro cubierto ¿porque dan a conocer sus datos? Por hacer el irigote propagandístico del caído en el cumplimiento del deber y los homenajes y todo eso que el encanta a Calderón.

El cartel de los Beltrán Leyva sólo necesitó el nombre de uno de los participantes y la prensa en su afán de vender periódicos se los proporcionó, de allí localizar a la familia fue sólo cuestión de untar las manos adecuadas, cosa fácil para el crimen organizado.

El gobierno envió su mensaje al narco mediante las fotografías de Beltrán Leyva publicadas por la prensa; ahora el narco envía un mensaje a los combatientes de la primera línea, a los soldados y marinos de a pie: Sabemos donde vive su familia. No se ve que Calderón mejore la estrategia y los madrazos suben de tono.

2 comentarios:

Beau. dijo...

En efecto!!, se comienza a tratar de eso, me haces, te hago, y a ver quien es el mas chingón!! imagina para donde vamos, y lo que se nos viene encima, por lo menos en mi caso antes salía y rezaba para no chocar, para no atropellar... bla bla bla... ahora digo y para que no este en un mal momento y me le cruce a un pendejo y yo con mis hijos, así que librame de toparme con ese momento.
Y así nuestra persepción de la vida y de la cotidianidad va cambiando gracias a estos hechos.
Seguramente le hicieron un favor a esa madre, el dolor creo es insoportable y seguramente la aliviaron.
Veremos como nos vamos hacia la mierda poco a poco día a día y estamos aquí de espectantes ante un horrendo y espantoso circo. Un abrazo!!

Indio Cacama dijo...

Qué duro lo que dices sobre la madre, pero es cierto, el dolor más terrible es perder a un hijo.
Yo creo que hay que resistir ante ese empujón hacia la oscuridad más profunda que Calderón le está dando al país; una manera de resistir es practicar la generosidad, de otra forma contribuiremos a malograr aun más a México.

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