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¿Qué se va a acabar primero?

viernes, 22 de julio de 2011

Los malentendidos

Un hombre sordo entra en una sala de reunión durante las discuciones, no quiere molestar, y para ello abre con muchas precauciones la gran puerta de dos hojas. Desgraciadamente, la puerta tiene la propiedad de chirriar. El no lo oye, piensa que lo está haciendo bien, y como la abre lentamente, la puerta chirría largo tiempo. Se impacientan, uno de los asistentes se vuelve y le hace chitón; él piensa que quizá ha sido demasiado brusco al abrir la puerta y el chirrido continúa.

Kierkegaard. Amor y religión.


Al leer este ejemplo de malentendido pienso en cuantas veces la falta de información, la falta de conocimiento es fuente de conflictos. En el ejemplo los asistentes no saben que el hombre que quiere entrar al salón es sordo, por su parte el sordo no sabe que la puerta chirría y es esta falta de información en ambas partes la que crea la situación de malentendido.

Si nos trasladamos a conflictos sociales como la homofobia, la xenofobia, la misoginia, el racismo, el clasismo, el antisemitismo, etc. Encontramos que en muchas de las personas con esas actitudes hay una gran desinformación y falta de conocimiento. Pero esa ignorancia no se produce por sí sola, existen siempre intereses que la fomentan, que desinforman y que escamotean el conocimiento; y lo peor es cuando el ignorante además se aferra a su ignorancia, se siente orgulloso de ella y perpetua los conflictos.

1 comentario:

carlos dijo...

Además de lo jodidamente difícil que a muchas personas les es aceptar que la han cagado.
Si en las escuelas nos enseñaran a equivocarnos... pero no, los mismos profes de los grados básicos muchas veces estimulan, debido a su manera de evaluar y de juzgar a los alumnos, el que uno vea al error como el fin de su reputación o como la demostración de su estupidez--no como un peldaño hacia el conocimiento, que es una mejor manera de verlo...

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