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¿Qué se va a acabar primero?

lunes, 28 de marzo de 2011

¿Ganar es lo único?

Los Partidos políticos son organizaciones que se caracterizan por su singularidad, de base personal y relevancia constitucional, creadas con el fin de contribuir de una forma democrática a la determinación de la política nacional y a la formación y orientación de la voluntad de los ciudadanos, así como a promover su participación en las instituciones representativas mediante la formulación de programas, la presentación y apoyo de candidatos en las correspondientes elecciones, y la realización de cualquier otra actividad necesaria para el cumplimiento de sus fines. Su principal tendencia es durar y consolidarse, y su finalidad última y legítima es obtener el poder mediante el apoyo popular manifestado en las urnas.

En un Estado de derecho, los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y expresión de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política.

Su creación y el ejercicio de su actividad serán libres y su estructura interna y funcionamiento han de ser democráticos.

Su existencia deriva del ejercicio de la libertad de asociación. No tienen naturaleza de poder público ni son órganos del Estado, por lo que el poder que ejercen se legitima sólo en virtud de la libre aceptación de sus estatutos y por tanto sólo puede ejercerse sobre quienes, en virtud de una opción personal libre, los asumen al integrarse en tales organizaciones.

Los militantes de los partidos tienen derecho a ser electores y elegibles para todos sus cargos, a estar informados sobre sus actividades y situación económica, y a concurrir para formar sus órganos directores mediante sufragio libre y en la mayoría de los casos secreto, aunque no resulta preciso que sea directo. Los partidos tienen derecho a obtener ayuda financiera del Estado, a utilizar los medios de comunicación públicos y a constituir coaliciones o agrupaciones electorales.

Los partidos políticos se clasifican por los intereses de la clase social a la que sirven. Sus otros aspectos son secundarios. Por eso no pueden existir partidos que defiendan al mismo tiempo, a las dos clases sociales porque los intereses de éstas son antagónicos.

Fuente: Partidos Políticos

Si se hace un análisis de esta definición comparándola con el Partido Revolucionario Institucional podemos concluir que el PRI es cualquier cosa, menos un partido:

creadas con el fin de contribuir de una forma democrática a la determinación de la política nacional y a la formación y orientación de la voluntad de los ciudadanos
Cada que un priista dice "Democracia" tiene que hacer esfuerzos sobrehumanos para no soltar la carcajada, tomemos por ejemplo la reciente designación de Eruviel Ávila como candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México: ¿Se le pidió la opinión a las bases priistas?, nada de eso la designación se realizó por dedazo y no por el dedo de Peña Nieto sino por el de Salinas de Gortari; si por Peña Nieto hubiera sido el candidato sería Del Mazo, correligionario suyo del Grupo Atlacomulco, pero cuando la cúpula priista tuvo en sus manos, el viernes, los sondeos que daban el triunfo a la Alianza en la consulta que realizaría el domingo el chuchismo y el PAN y con el dato de que el candidato de esa alianza no sería Encinas, Salinas vislumbró que el candidato de esa eventual alianza sería Eruviel Ávila y decidió sacrificar a Del Mazo. Democracia a la priista.

Y así podríamos hacer un larguísimo listado del autoritarismo priista, de su corrupción voraz, pero, al menos para generaciones anteriores, esto es de sobra conocido; lo es ahora y lo era hace once años; por eso entonces muchos creiamos que saliendo el PRI de Los Pinos no le quedaría a México más remedio que mejorar en la ruta al progreso, la legalidad y la democracia, pero en estos once últimos años muchos hemos constatado que la salida del PRI no era suficiente.

Por eso muchos opinamos que talvez no valga la pena sacrificar tantas cosas en aras de ganarle al PRI el Estado de México, tal vez sea mejor poner a salvo valores como los principios ideológicos y dar la pelea por cumplir las aspiraciones de progreso, legalidad y democracia sin trucos pragmáticos como las alianzas ideológicamente imposibles.

1 comentario:

carlos dijo...

yeah. a final de cuentas lo que importa no es que gane tal o cual partido; lo que importa es que se respeten la ley y los valores.
aunque en este país, todo esto suene a mal chiste... tristemente.

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