En en el mensaje de reacción por los aranceles que impuso Trump a México y Canadá, la Presidenta Sheimbaum, entre otros temas, hizo dos cuestionamientos , uno que por qué no se combate a los narcotraficantes estodunidenses y el otro que el problema de adicción a las drogas en Estados Unidos ya tiene mucho tiempo.
Investigadores mexicanos como Lorenzo Meyer y Fabrizio Mejía han escrito libros al respecto en los que aseguran que la producción de drogas la inició el Gobierno de Estados Unidos para surtir a las tropas en las guerras del siglo XX de analgésicos y estimulantes que hicieran a los soldados más combativos, para ello trajeron el cultivo de la amapola al noroeste mexicano, es decir el verdadero fundador del Cártel de Sinaloa no es ni Zambada ni Guzmán sino el mismisimo gobierno norteamericano.
Se dice también que la toma de conciencia de la juevntud norteamericana durante la década de los sesenta y su activismo fue combatido por el gobierno norteamericano con la introducción de drogas a las universidades; así de largo es el tiempo que tienen el problema de las adicciones en Estador Unidos.
Del otro tema lo que se sabe es que el último capo del narcotráfico norteamericano aprehendido y condenado en Estados Unidos fue Frank Lucas en 1975, es decir hace cincuenta años. Este caso fue llevado a la pantalla por Ridley Scott y protagonizado por Denzel Washington en la película Gángster americano en el que se muestra como la heroina proveniente de Tailandia era introducida en aviones militares que transportavan los cadáveres de soldados norteamericanos muertos en Viet Nam.
Nada de esto se informa al pueblo norteamericano (ni al mexicano), y de esto seguramente no hablan los influencers que acuden a las mañaneras de Trump.
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