¿Está la izquierda mexicana preparada para el surgimiento de un líder de la "nueva derecha"?

 

Por Carlos Romero

Hace poco vi las entrevistas que le hicieron a Agustín Laje dos periodistas mexicanos, Julio "Astillero" Hernández y Hernán "Facundo malo" Gómez. Retórica y argumentativamente, Laje les gana por mucho, sin duda. Y es una pena, porque creo que la ideología de Laje es despreciable (como él mismo dice, su ideología de la "nueva derecha" tiene representantes en gente "dignísima" como... Donald Trump, Javier Milei, Santiago Abascal ).

El problema es que esta "nueva derecha" es retóricamente superior no sólo a estos reporteros que se identifican con la izquierda, sino a otras varias figuras: les ganan como aplanadoras, citando "datos" y "hechos" inventados o torcidos a modo, dando la apariencia de "decir la verdad incómoda"; y el mismo Laje, que no es ningún tonto, tiene entrenadísima su argumentación, tanto que los agarra en curva. El problema es que la izquierda se ha reducido a algunos lugares comunes: acusar de algún tipo de discriminación a las opiniones contrarias (dejarlo en "es clasismo", etc.), algunos clichés históricos (el neoliberalismo, el PRIAN, los yankis, etc.), al consabido y tremendamente nada explicativo "es culpa del capitalismo", y en México, muchos al culto a la personalidad de AMLO. Al hacerlo, dejan de lado afinar sus argumentos, que es lo que se necesita para poder enfrentarse a engendros como Laje. Y eso es preocupante, a mediano plazo. Doy un ejemplo.

En un momento de la entrevista, Laje habla con Astillero sobre el aborto. Astillero se reduce al argumento "Bueno, si se legaliza entonces no hay vuelta atrás". Obviamente, Laje se le va con que el derecho positivo no es equivalente a lo éticamente correcto (lo cual, así en su generalidad, es simple y sencillamente verdadero), y que hay casos históricos de cosas malas que fueron legales y legalizadas (de nuevo, verdadero). Astillero está tan oxidado que no ve el argumento ético y se deja llevar por un experimento de pensamiento que probaba un punto conceptual ("Si mañana el congreso aprueba que todos podamos golpear a la gente llamada 'Julio', eso no lo hace bueno, verdad?" --- Astillero: "Pero el congreso nunca aprobaría eso". Claro que no, pero ese no es el punto! ) Por supuesto, _yo_ creo que los argumentos éticos también apoyan el derecho a abortar: lo que critico es la poca capacidad argumentativa de los presentadores para no verlo.

Sé que me estoy enfocando en dos presentadores, además bastante cercanos en el espectro político. Pero mi temor es que sea un síntoma. La propaganda del gobierno ha reducido "ser de izquierda" a apoyar ciertos slogans (del gobierno) y ciertas personalidades (del gobierno), pero esa estrategia está severamente limitada, porque está diseñada para desfondar la autoridad moral de un enemigo histórico (el PRIAN, La Mafia Del Poder, etc.), pero NO es trasladable a circunstancias donde emerja un nuevo competidor, tantito más complejo. Me explico.

El hecho de que ahora la mayoría del electorado se diga "de izquierda" o al menos se sienta cercana a ello, ha tenido un efecto evidente (y curioso) sobre la ventana de Overton. Ahora una fracción importante de políticos y comentaristas de centro-derecha (fans del PAN y el PRI, pues) defienden ideas típicamente de izquierda (el ecologismo, la importancia de aliviar la pobreza, los derechos de las mujeres, etc.) -- aunque sea de una forma muchas veces hipócrita, para tener con qué atacar al gobierno del país. En ese ambiente, y esto es algo que ya notó Laje (por eso digo que aunque su ideología me parece despreciable, tonto no es), hay un incentivo MUY fuerte para hacer explotar un movimiento de "nueva derecha": nuestro propio Trump, nuestro propio Milei, nuestro propio Bolsonaro; el incentivo es que hay un capital electoral que busca representantes que todavía no tienen (esa gente que en 2018 quería votar por El Bronco serían una fracción).

Y lo que temo es que la auto-denominada izquierda del país esté tan cómoda en la estructura discursiva creada por el presidente --un culto a la personalidad acrítico, que sirve como difusor de slogans propagandísticos simplones--, que esa nueva derecha, cuando surja --y es probable que lo haga porque, otra vez: hay incentivos-- le va a llevar la ventaja retórica y argumentativa, porque frente a una aplanadora argumentativa como Laje, los slogans de que "el PRIAN robó más" y tal, no van a funcionar.

Ojalá me equivoque.