El tal Pigmalión esculpió la estatua que representaba a una bella mujer llamada Galatea , le quedó tan bien hechecita que se enamoró de ella , entonces los dioses le concedieron el deseo de que la estatua cobrara vida y Pigmalión fue muy feliz con la mujer que él mismo había hecho a su gusto y medida.
Resulta que a lo largo de la historia muchos hombres aspiran a moldear a su compañera a su gusto y se convierten en mentores de las mujeres . Quítaselas a sus madres y termínalas de educar. Se oye decir a Jerry Lee Lewis en la película Grandes Bolas de Fuego. Le llaman a eso el efecto Pigmalión y tarde o temprano todos caemos en él , por ejemplo si invitamos a una chica a bailar y ella dice que no sabe , inmediatamente nos ofrecemos a enseñarle a bailar , actitud que pocas veces es recíproca , porque si le decimos a una chica que no sabemos bailar , entonces ella se encoge de hombros y busca a alguien que sí sepa , consideran las mujeres una pérdida de tiempo enseñarle algo a los hombres , prefieren perder el tiempo buscando a los que sí saben , a los experimentados , aunque tal saber y experiencia sólo sea un efecto de óptica.
1 comentario:
camara. no me sabia esa del efecto pigmalion pero esta interesante.
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