Cuando la corriente esa de pensamiento llamada romanticismo permeó en la población, la gente empezó a casarse por amor , es decir puso como requisito para contraer matrimonio el estar enamorados. Según la idea preconcebida del romanticismo , esto garantizaría la durabilidad y convivencia feliz de la relación , el caso es que ya , a más de un siglo de adoptar esa práctica , podemos decir que no hay tal , que el matrimonio por amor no funciona , pues de todos modos un buen número de las parejas que dijeron casarse enamoradas , pasado el tiempo se desintegran. Sería bueno revisar que es lo que pasa al respecto.
Estudios sobre el asunto del enamoramiento muestran que después de llegar a cierta cúspide , el enamoramiento va de caída libre , hay estudios que señalan que son nueve los meses que dura el enamoramiento , justos los de un posible embarazo , otros estudios le dan una vida de cuatro años , el caso es que tarde o temprano el amor muere y los casados tienen que dormir con un cadaver , con el cadaver de su relación.
Otra cosa sería si la motivación para casarse fuera distinta al amor , por ejemplo casarse por interés , los intereses suelen ser más duraderos que el amor , así que tal vez el interés sería más eficaz para consolidar una relación conyugal que el amor. Al decir interés no me refiero solamente al interés monetario , hay otro tipo de intereses , en este momento recuerdo el affaire Clinton-Lewinsky, en el que literalemte todo el mundo se enteró de que Clinton le puso los cuernos a Hillary , pero ese matrimonio resistió el madrazo; ¿por amor? No. Porque hay allí grandes intereses políticos que ayudan a hacer a un lado crisis del tamaño del affaire Clinton-Lewinsky.